Somos L'Alacantí

El nuevo periódico de la comarca

COMERCIO DE SAN VICENTE

El Campello LOCAL

Hoy me toca ser demagogo

Opinión

Ángel Sánchez

Si, así, a lo crudo: demagogo. Tras leer que nuestras arcas municipales ( la de todos, que no lo olvide nadie) van a vaciarse en setecientos setenta mil eurazos más , me ha salido la vena demagógica, ¡que vamos a hacer!.

            Someter a un mínimo análisis (con pretensiones de una racionalidad mínima) el hecho de que, de nuevo, nuestras arcas municipales tengan que “soltar” más dinero, es un ejercicio casi de funanbulismo político, pero sin pértiga; un ejercicio de malabarismo condenado a la frustración. Pero, como uno es así de demagogo, pues me voy a lanzar a la piscina y voy a hacer ese ejercicio de malabarismo funanbulista.

            El actual gobierno de coalición ( de dos patas, no lo olvidemos, porque la tercera pata es, por decirlo de forma correcta, una holografía política, al igual que su rancio ideario) debe hacer frente a las repercusiones de la gestión que el partido que lidera el gobierno arrastra. ¿Demagogia?. Si nos arriesgásemos (en ese ejercicio demagógico) a analizar el rendimiento de nuestra democracia local ( sí, democracia local, igual pero con detalles que la diferencia respecto al sistema democrático que disfrutamos en nuestro sufrido país), uno de los factores que habría que poner sobre la mesa es el de gobernabilidad. Y no me refiero al mantenimiento o a la estabilidad del gobierno surgido de la investidura de 2019, sino a al resultado práctico de su trabajo político al frente de la institución municipal; a la gobernabilidad como elemento de calidad de la democracia local.

            Pero, ¿a parte de los votos que sostienen legalmente al gobierno, hay otros conceptos que pueden influir en la medición de nuestra democracia?. Si. 

            En el lenguaje cotidiano se utiliza el término para referirse a la situación en la que el gobierno cuenta con apoyo suficiente en el Pleno ( la comparación es sencilla: el gobierno de coalición anterior, en minoría, sufría serios problemas de gobernabilidad en éste sentido). Pero el término también se utiliza en el sentido de capacidad de gobernar, no circunscrita a la aritmética plenaria.

            La gobernabilidad, para las ciencias sociales,  es la capacidad para tomar y aplicar decisiones desde los órganos de gobierno municipal que resuelvan o mejoren problemas y conflictos sociales. La eficacia se refiere en éste caso a la gestión, y su ausencia, suscita problemas de legitimidad que habitualmente provocan una contestación social. En el caso del “chorreo” de fondos municipales para el abono de sentencias contrarias referidas a la gestión del PP en el gobierno, los sufridos ciudadanos no parecen cuestionar ni la gobernabilidad, ni por supuesto la legitimidad de una gestión que ha costado cifras millonarias, que no olvidemos, en vez de ir a políticas, van a pagar errores ( judicialmente demostrados) de los políticos.

            Y como no podía evitarlo, ha salido de nuevo esa vena mía, tan perversa y manipuladora:  la demagógica .  Entonces, pensemos “demagógicamente”  de nuevo: ¿qué se podría haber hecho con las cantidades que se han sacado de las arcas municipales para pagar pufos?. ¿Ven como no he podido evitarlo?

            Creo que el actual gobierno de coalición debe dar explicaciones con urgencia, y si no es así, la oposición tiene la obligación política de exigir la creación de una comisión municipal para investigar, con los expedientes delante, uno por uno los pufos que han impedido que los millones de las indemnizaciones hayan ido a empleo, infraestructuras, programas sociales, etc. Si no lo hacen, y aceptan que, siendo una decisión judicial, lo único que toca es asumirla y pagarla, flaco, flaquísimo favor se le hace a la institución y al sufrido ( aunque silencioso) pueblo de El Campello.

            Siento el tono de mis palabras, pero creo que si alguien justifica el pago como un simple “error”, debería pararse a pensar en qué pueblo vive o quiere vivir; qué gobierno tiene o quiere tener.

            En un contexto de crisis, donde se están tomando decisiones para intentar paliar los efectos económicos que de forma tan cruel va a golpear a la sociedad local ( con preferencia por los y las de siempre: los trabajadores y trabajadoras, los precarios, las familias humildes…) seguir apelando al acuerdo y al consenso para paliar los efectos de la crisis socioeconómica sigue siendo necesario( pese a que el gobierno no lo quiera), pero ese acuerdo y ese consenso nada tiene que ver con depurar, con urgencia, las responsabilidades que procedan, señalando a quien o quienes hayan sido los causantes de que ( insisto) en vez de invertir en políticas, lo paguemos en sentencias.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *