Cuando las miradas no tienen barreras
Pascual Andrés Tévar nos envía este artículo:
En estos tiempos otoñales del 2020, cuando las miradas están llenas de barreras y miedos, es de valientes, y con la imaginación abierta, pensar en la liberación de las mascarillas.
Es liberación, autoimponerse la mascarilla como forma de vida, para llegar a entender lo que significa liberarse algún día de ellas, e interiorizar en todos sus significados la alegría de las miradas limpias.
Es liberación, saber entendernos, en la distancia social, porque no sabemos lo que seremos capaces de volver a sentir en las distancias cortas, pero echarle imaginación nos ayuda a soportar el sacrificio interminable.
Es liberación, el lavado de las manos, porque el chorro de agua y el jabón, nos inunda para limpiar y aclarar las ideas, y los principios, y alejarnos de la crispación y de los egoísmos, que manchan los caminos del futuro.
Es liberación, acostumbrarse a mirar por encima de la mascarilla, porque estamos descubriendo que las miradas tienen, indiscutiblemente, su filosofía, y exclusivo lenguaje.
Es liberación, llegar a casa, en la convivencia intensa con tu compañera en la vida, y quitarte la mascarilla, y pensar, que has cortado un camino y abierto otro, que te da un respiro. Pero siendo consciente, que el camino fuera de tu casa, es largo y empinado, asumiendo las constantes dudas que te quedan por recorrer.
Es liberación, no dejarte por muchas dudas propios y a tu alrededor, que el miedo te colapse y paralice, sino al contrario, que te estimule, a ser más atrevido, aceptando las limitaciones y normas, pero urdiendo la constante lucha, para salir de este túnel.
Es liberación, convivir en la distancia con tus hijos e hijas, sin darles a entender apatía, desencanto, y falta de fe en el futuro. Porque cuando te busquen, tienen que encontrar la respuesta concreta, y el mensaje de no venirse abajo, de luchar siempre, y de poner la imaginación abierta de par en par al futuro por reinventar.
Es liberación, estar en la Peña, con los pocos amigos y peñistas que se atreven a venir, y no imponerte barreras, para con el respeto a las normas, liberar emoción y pasión, y sufrimientos, en un buen coctel, contenido en el contacto, y liberado en pasiones.
Es liberación, olvidarte de todo, concentrado en tu trabajo de cada día, inmerso en las tareas y debates, y asumiendo, que la mascarilla, y todas las normas, se han mezclado, como parte de la rutina del trabajo, que hasta no te supone limitación, sino otra forma de trabajar, y conjugar emociones y sufrimientos, con un resultado incierto, pero sin perder el ánimo para desafiar el futuro.
Así que, combatiendo emociones, y llenándonos de moral, vamos encontrando en el día a día, la manera de caminar hacia el futuro, inventando ilusiones, bajo la increíble luz mediterránea.