Unanimidad en el pleno. Todos los partidos políticos con representación municipal apoyaron una moción firmada por Compromís para activar el mecanismo administrativo que lleve a la expropiación del yacimiento arqueológico de Aigües Baixes, lo que permitirá redactar y ejecutar proyectos de restauración y adecuación “y puesta en valor del enclave” histórico.

La propuesta para que esos vestigios sean de titularidad pública, incluye comunicar la decisión a la Conselleria de Cultura, la Universidad de Alicante y el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), para solicitar su colaboración para la consecución del objetivo.

          El yacimiento corresponde a un fortín íbero “de gran relevancia”, y cronológicamente coincide con otras riquezas arqueológicas próximas, como La Illeta  dels Banyets o el de Turó d’en Gomis, ambos del siglo V-III antes de Cristo. El paraje fue parcialmente destruido hace años por una excavadora, lo que dio lugar a un proceso judicial que ha finalizado sin responsabilidades.

          La idea, ahora, consiste en expropiar los terrenos, poner en valor el yacimiento, fomentar campañas de excavaciones y potenciar que la Conselleria lo declare Bien de Interés Cultural (BIC), lo que incrementaría el atractivo histórico y turístico de un municipio que destaca por su riqueza arqueológica.

En el entorno de la desembocadura del Barranc de Aigües, a 30 metros sobre el nivel del mar, se sitúa un yacimiento arqueológico de gran relevancia, presumiblemente uno de los fortines Íbero-púnicos próximos a la costa mejor conservados de nuestro entorno y del ámbito de la Comunidad Valenciana.

La ley de Patrimonio Cultural Valenciano supone la principal norma de protección del patrimonio autonómico en la Comunidad Valenciana, Junto a ella se sitúa el Decreto 62/2011, de 20 de mayo, del Consell, por el cual se regula el procedimiento de declaración y el régimen de protección de los bienes de relevancia local.

Desde el ámbito de esta ley se profundiza no solo en la protección del patrimonio sino en su puesta en valor, bajo la pretensión de otorgar a los bienes inmuebles un uso social, evitando en la medida de lo posible que acaban convertidos en simples piezas museísticas.

Desde la formación declaran que “por desgracia, los vestigios materiales de la historia son siempre efímeros y débiles ante la mano de la especulación urbanística y los intereses constructivos. De una u otra forma, y sin entrar en valoraciones sobre si el ocurrido en Aigües Baixes pudo o no haber sido evitado, nos toca ahora ser más conscientes que nunca que la capacidad para ejercer una efectiva protección del Patrimonio Cultural existente en nuestro municipio está en nuestras manos.”