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COMERCIO DE SAN VICENTE

El Campello LOCAL

Fila 13

Eduardo Seva

Opinión

No sé si sabrán que en el transporte aéreo la numeración de las filas de asientos carece del
ordinal decimotercero para evitar el mal fario, mala suerte o mala fortuna. Lo del número 13
ya forma parte de la cultura secular de la cascada de acontecimientos que finalmente hacen
desembocar la situación en la peor de las posibles (pasar por debajo de una escalera,
cruzarse con un gato negro, romper un espejo, matar una avispa….). Pero basta con pensar
un poco sobre cada una de estas estampas para darse cuenta de la congruencia en la
fatalidad a la que pueden desembocar.

Llevado al campo de la política municipal, en El Campello hemos apostado siempre al
número 13. Y hemos perdido sistemáticamente en cada cuatrienio. Siempre habrá quien se
interponga entre el bienestar y la ciudadanía y logre formar equipo de gobierno. En unos por
megalomanías, en otros por propios intereses, en bastantes por ineptitud y en la mayoría de
los casos por no saber rodearse de personajes especialistas con buen criterio o,
simplemente, por creerse superdotados en el mando del Consistorio. El resultado es el
mismo: la banca siempre gana y el jugador pierde, pierde, pierde y se debilita hasta el punto
crítico de la pseudoagonía.

Tiempos agónicos los que contemplan a un municipio de 30.000 almas dispuesto a soportar
aceras de 30 cm de ancho plantadas de farolas y de postes, bordillos en vez de rampas,
piscinas y pistas deportivas cerradas, baches en las calles, barrios sin alcantarillado,
desbordamiento de fecales cuando las riadas, calles oscuras y sucias, sin ordenanza de
ruidos, desconexión entre barrios, malos olores desde la planta de tratamiento de RSU,
descuido del patrimonio histórico, vandalismo en el emblemático Villa Marco, vandalismo en
Torre de Reixes, prioridades absurdas como cuarteles de Guardia Civil, falta de mimetismo
con ayuntamientos de la misma comarca, desatención a los grupos menos favorecidos,
centro histórico desangelado, entrada principal del pueblo caótica y lo más alejado de una
línea recta,….. La lista es interminable y está grabada a fuego en la mente de todos. Y esto
no se consigue solo en dos años y medio, no; llevamos así una treintena o más.

Y quizás sea este comportamiento lo que caracteriza al pueblo de El Campello, puede que
sea esto, el agudo memfotismo de sus habitantes. Es posible que el vocablo se estrenase
para la RAEL en el mismo corazón de la plaza de “la rana”. Es muy posible que estemos
abonados al número trece en el sorteo cada cuatro años. Mala suerte.

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