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CARRETEROS DE SANT VICENT DEL RASPEIG

FRANCISCO CANALS BEVIÁ Doctor en Economía y Presidente del Cercle d’ Estudis “Sequet Però Sanet” de Sant Vicent del Raspeig

Uno de los tópicos sobre nuestro municipio, y los trabajos habituales de su población, era el de ser un “poble de carreters”,  “un pueblo de carreteros”. Ello aludía a su condición de transportistas, mediante el uso de carros con sus correspondientes caballerías,  en una economía de Antiguo Régimen. En esta  ocasión nos ocupamos de cuál es la verdad de ese tópico. Y, como hacemos siempre en el Cercle, a la luz de la documentación y la correspondientes investigaciones. 

Los primeros datos documentados de la existencia de un importante número de carreteros, como ocupación laboral y modo de vida en el municipio sanvicentero, los podemos encontrar en el Archivo Municipal de Alicante, en la fecha de 1.837.

Ese año era de transición ya que acababa de ser reconocida su autonomía municipal, pero los datos todavía figuraban en los censos de Alicante. Y, como vemos, habían tantos carros en Sant Vicent como en el resto de Alicante y sus partidas. Lo que es un dato elocuente de su importancia, y más teniendo en cuenta la población.

Si comparamos los datos del año 1.836, según la denominada “Matricula Industrial y Comercio de Elche y Elda”, entre las dos ciudades suman un total de 61 carros. Es decir muchísimos menos que los existentes en nuestro municipio.

Tal elevado número de carreteros que, de acuerdo con la población de entonces daría un carro cada 31 habitantes, o siete familias, es consecuencia de la crisis agraria ocurrida en la entonces partida, con la pérdida de la importancia del cultivo de la “Barrella” o Barrilla, debido a la invención de un proceso industria para la obtención de la sosa cáustica, para cuya obtención se utilizaba la citada planta.

La crisis del modelo agrario, en una tierra de completo secano, obliga a la gente a vivir, a tiempo parcial o total del carro de transporte. Es habitual ser agricultor y carretero. El “carreter”, se convierte en un tópico para describir una de las actividades económicas de los sanvicenteros.

El carretero no tiene obviamente, su campo de actividad en San Vicente, sino en gran parte de Alicante y, especialmente en el puerto, en sus muelles. Muchos tienen su principal ocupación en la denominada “Carrera de Madrid”, que era el nombre que recibían los trayectos en carro desde del referido puerto de Alicante hasta Madrid, transportando las mercancías recibidas en sus muelles hasta la capital del Reino.

Está profusamente acreditada esa actividad en los documentos de principios del siglo XIX, tanto privados como en los depositados en el Archivo Municipal de Alicante. Este trayecto tuvo su “edad de oro” hasta la instalación del ferrocarril en 1.858. Como dato interesante, Victoriano Guijarro, “carreter”, manifiesta que no puede formar parte como síndico o cargo municipal por encontrarse la mayor parte del año en la “Carrera de Madrid”, es decir, trabajando con su carro, atravesando media España para llevar mercancías hasta la capital del Estado.

Aunque el ferrocarril representa un duro golpe para su actividad, los carreteros continúan siendo un significativo grupo de actividad económica como ponen de manifiesto las crónicas alicantinas de la segunda mitad del siglo XIX. En el “Manual geográfico-estadístico de Alicante” de 1.878, de Pascual Orozco, al referirse a nuestro municipio y su economía nos indica: “ … en transportar géneros y efectos del comercio a que se dedican muchos carros”, con los que pone de manifiesto su importancia.

Con la instalación de la primera industria sanvicentera, en 1.888, el “Teular de Ferrer”, una fábrica de tejas y ladrillos, ubicada en los terrenos donde hoy se encuentra la Universidad de Alicante, los carreteros encontrarán otro espacio de actividad, trasladar tejas y ladrillos desde la fábrica hasta Alicante y su puerto o a la estación ferroviaria del pueblo, así como transportar la “terra”, la arcilla, la materia prima desde Els Terrers (la cantera) hasta la fábrica.

Todavía durante el primer tercio del siglo XX, hasta la Guerra Civil, “els carreters de Sant Vicent”, formaban un nutrido grupo, quizás mayoritario, en los muelles del Puerto de Alicante, trajinando en ese espacio y desde él a otros lugares de la provincia y fuera de ella. En la imagen que acompañamos, el “carreter” Jaume Bevia Lillo, era uno de los que aparecen en las fotos con los carros.

En el padrón de población de 1.924 figura una cifra de 189 carreteros, lo que da una prueba de su importancia y corrobora que la gran mayoría de los transportistas carreteros del puerto de Alicante era de Sant Vicent. En lo que respecta a otras profesiones da 97 cerámicos o 93 carpinteros-ebanistas, con lo que podemos ver la importancia de los carreteros.

En el Censo de Población de 1.960 todavía aparecen cincuenta personas que declaran como actividad: carrero o carretero. Aunque ello hemos de tomarlo como una reminiscencia, destacando la elevada edad de los declarantes, y también constatando que muchos carreteros pasan físicamente del carro al camión.

Al recordar ahora a los carreteros y a su actividad económica y de ocupación, hemos de hacer hincapié desde el punto de vista del análisis histórico económico, que el nacimiento de su importante sector fue consecuencia de la gran crisis acaecida en lo que es el municipio a principios del siglo XIX. Aquellos trabajadores se reciclaron y emprendieron la actividad en un nuevo sector, con lo cual nos dan una gran lección (plenamente actual) de superar una crisis y comenzar en una nueva ocupación.

Hace ya mucho tiempo que los carros sanvicenteros emprendieron la última “Carrera de Madrid”, desde el puerto de Alicante y pasando por el entonces Caserío, enfilando el Carrer Madrid (actual General Prim), al lado de la Iglesia; de ahí el nombre. En un camino de nueve días hasta llegar a la capital del Estado.

Desde el Cercle, recogemos, estudiamos y recopilamos su aportación a la cultura sanvicentera. Los carreteros se fueron para siempre, pero su huella quedó marcada en la Historia Económica de nuestro municipio y de la provincia de Alicante. Desde el Cercle d’ Estudis nuestro homenaje y reconocimiento. A todos ellos: “Assegadors”, Torregrosa, Beviá, Garcies, Lillo, Pintat, Pastor,  Sogorb, Ferrándiz, etc. etc. etc. …

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