La fiesta regresa a las calles del municipio con la celebración del Miracle de la Llàgrima
Mutxamel ha vuelto a vibrar con uno de sus grandes días de fiesta. La alegria y la hermandad ha regresado a las calles con la celebración del Miracle de la Llàgrima. Despues de casi dos años sin poder disfrutar de un día festivo en las calles del municipio este 1 de marzo ha vuelto a ser lo que fue, un día grande para el pueblo de Mutxamel.
Poco después de las 11:15, la banda de la Societat Musical L’Aliança comenzaba a entonar «Operador» un pasodoble que hizo que a los festeros y vecinos de Mutxamel se les esbozara debajo de la mascarilla una sonrisa. Desde las puertas del Ayuntamiento hasta la Iglesia Arciprestal El Salvador, por participantes en la ofrenda, niños y niñas entregaban su ramo a los pies del altar, presidido por la Mare de Déu de Loreto donde esperaba el párroco de Mutxamel. Tras los vecinos, la Comisión de Fiestas de Moros y Cristianos, la corporación municipal y representantes de la Cofradía de la Mare de Déu de Loreto.
Tras la ofrenda y misa se dio paso, por la tarde, a la procesión, previa misa y novena. En la procesión, con la patrona es su carroza participaron también los cargos festeros de las comparsas Pirates y Zegríes. A la llegada otra vez al templo y antes de volver a su casa, se disparó un castillo de fuegos artificiales que devolvió el olor a pólvora, la música y la devoción por su patrona a Mutxamel.