Pascual Andrés Tévar nos envía un nuevo artículo propio

En esta PRIMAVERA de abril de 2022 , cuando parece que hay decadencia de los valores, y se
busca el materialismo cierto, es urgente y vital, acudir a la sabiduría y al aliento de la experiencia
, que nos claves para centrarnos en el presente , y no agobiarnos por el futuro , que por otra
parte tenemos que saber descubrir cada día.
Es primavera para saber interpretar los valores acumulados, cada uno y cada una, a su manera,
para trasladar mensajes ciertos, y no inventados e inacabados, dentro de un ambiente de
convivencia con falta de moral y autoestima.
Es primavera, cuando se acude a las motivaciones de cada día, que nos pueden ayudar a
sobreponernos a las ansiedades, y encontrar o inventar formas y causas, que nos ayuden a seguir
adelante.
Es primavera, hablar cada día con la compañera de la vida, que tiene una luz indescriptible, que
sabe absolver en cada mirada infinita, y que te ayuda a encontrarte, en medio de las tinieblas
de los debates internos. Y que te pone en tu sitio, para ver el mundo, con un poco más de moral
y de filosofía de vivir, y de compartir.
Es primavera, saber interpretar lo que tu hija te traslada, y te pone a prueba cada día, y te sientes
motivado para intentar ayudarle, a través de los mensajes del móvil, de los emoticonos, y de los
encuentros controlados del piso tutelado cada semana. Y que lo recompensa todo, con su
sonrisa abierta, y sus abrazos infinitos.
Es primavera, hablar de ese hijo que se ha hecho así mismo, y que sabe en silencio luchar por
sus sueños, y que te da lecciones de superación, y que, y que te reconforta, que a su manera. Y
que ha sabido absorber, todo, lo que has intentado transmitirle con tu vida.
Es primavera, hablar de los amigos, en todos los ámbitos de la vida, que sin ellos no hubiera
tenido sensatez y sentido, y pasión, en todos los pequeños momentos, y especialmente en los
duros y complicados, hasta de explicar.
Es primavera, la pasión madridista, expresada a través de la Peña Madridista San Vicente del
Raspeig, que tanto me ayuda, para darle sentido a la vida, y al valor de la lucha por la superación,
por el sacrificio, y por la fe en los sueños, y en el respeto sereno a los demás.
Es primavera, hablar de las melancolías, que te arrastran a las depresiones, y que fuerzan a
encontrar asideros para intentar superarlas, y siempre, son positivos, acudir a los valores
recibidos a lo largo de tu vida, que ten inyecta, las gotas de fe, y de ilusión, para seguir
caminando en busca del futuro de cada amanecer.
Es primavera, cuando en nuestra querida ciudad de San Vicente del Raspeig, se abre paso,
después del túnel de la pandemia, las fiestas tradicionales de Moros y Cristianos, mezcladas con
todas pasiones. Aunque llenas de prudencia, que anuncian, que paso a paso, llegarán a
conquistar lo que se quedó parado, pero que nunca, nunca, podrían detener la pasión por volver
a redescubrir todos sus mensajes.
Así que, en esta nuestra primavera del 2022, saliendo a la luz de las flores de los almendros y de
todos los perfumes, investidos de motivos y argumentos, y de sabiduría, y paciencia, y de
humildad, y de fe, seguir a pie juntillas, creyendo en el presente que se hace futuro, y que nos
invita y empuja, con una fuerza invisible, a seguir trabajando, a seguir luchando, a seguir
creyendo en la paz y en la libertad, bajo la increíble luz mediterránea.