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CUANDO NO ENTENDEMOS EL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS Y AL MISMO TIEMPO LO QUEREMOS TRANSFORMAR

Pascual Andrés Tévar nos envía un nuevo artículo propio

Desde que se inició la PANDEMIA DEL COVID-19, allá por marzo del 2020, y ahora desde el mes
de marzo 2022 la GUERRA EN UCRANIA, el mundo que vivimos se nos ha transformado, y
tambaleado, en todos los sentidos. Y dada la magnitud de los cambios, no nos sentimos ubicados
ni como ciudadanos, ni como personas, ni conscientes de a lo que nos enfrentamos.
En este debate inesperado, y de tan grandes dimensiones, necesitamos más que nunca valores
a los que agarrarnos, como a un clavo ardiendo, porque nos va la razón de darle todo el sentido
a nuestras vidas.
Es valor al que aferrarse, seguir fiel a la existencia de la FAMILIA, en todas sus dimensiones y
consecuencias, y creer que en ella tienes el sostén y la motivación, para seguir adelante, y tratar
de tener ánimos y coraje necesario para soportar los retos que se nos vienen encima.
Es valor al que aferrarse, tener el apoyo sin fisuras, con todos los debates internos que
queramos, con la COMPAÑERA DE VIDA, en mi caso más de 47 años, y saber, que cuando todo
se tambalea, una mirada de verdad, te da el aliento y la fe suficiente, para no tirar la toalla, y
tener fe para seguir adelante.
Es valor al que aferrarse, tener los AMIGOS Y AMIGAS de verdad, a los que puedes acudir, al
rescate, porque sabes que su apoyo no se discute, porque se tiene, hasta más allá de lo que te
puedes imaginar, y tienes que ser humilde para saber aceptarlo, en todas las consecuencias.
Es valor al que aferrarse, tener la posibilidad, de ir a la PEÑA , y conectarte a través de tu EQUIPO
del ALMA, con los valores que representan, y darte un chuste de adrenalina ganadora, que te
levante, aunque sea en pizas de coraje, la moral necesaria, para no hundirte en ansiedades y
depresiones. Y mirar con un poco de serenidad lo que puedes hacer por los demás, antes de
pensar en ti mismo.
Es valor al que aferrarse, cuando acudes cada día al TRABAJO, y con tu AMIGO DEL ALMA Y
COMPAÑERO DE AVENTTURAS, Y CON UN BUEN EQUIPO DE COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS, ser
capaz de transformarte, y dar todo lo que tienes en el trabajo, y en los desafíos de cada día, e
intentar sobrevivir a las emociones, y superar todas las preguntas sin respuesta. Y tener un poco
de moral, para intentar entender que la vida tiene sentido, y merece la pena, luchar sin esperar
compensaciones y halagos, simplemente por hacer un buen trabajo, esa es, la verdadera
recompensa.
Por todo esto, tenemos que ser capaces, con la humildad por delante, que tenemos armas para
luchar, cuando todo se tambalea, y no entendemos lo que está pasando en este mundo, que no
somos capaces de controlar, pero, que si somos capaces, de reflexionar con nosotros mismos,
seguro, que encontraremos la forma de situarnos, para seguir adelante. Porque tenemos valores
a los que aferrarnos, y lo mejor, sabemos que aunque nosotros fallemos, esos valores, no nos
van a dejar en el abismo. Y siempre, tendremos argumentos para continuar el camino, y darle
sentido y moral, necesarios, a nuestras vidas.
Es justo y necesario , el HOMENAJE y la MEMORIA, a los que se han quedado, y se quedan cada
día , en el camino de la PANDEMIA y de la GUERRA, porque eso nos da el valor del sentido digno
de la vida , y de luchar no solamente por sobrevivir, sino porque los valores, sean parteindispensable de nuestras vidas solitarias, y compartidas , al mismo tiempo, y con la solidaridad
por delante, que a veces es muy difícil, pensar en los demás, antes que en nosotros mismos.
Así que, inmerso en este debate inabarcable , y antes de perderme , en todo lo que cambia y se
transforma a mi alrededor cada día, muchas veces, sin llegar a entenderlo , me refugio, a mi
manera, en los valores. Y trato de encontrar, no un sitio seguro y cómodo, porque no existe, sino
un modo de tener fe, de que la lucha, el sacrificio, el coraje y la solidaridad de cada día, tienen
sentido. Y te sostienen el ánimo, y te levantan la ilusión, y te dan fuerzas, y te dan aliento, en
intentar creer de verdad, en la convivencia pacífica, bajo la increíble luz mediterránea.

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