Todo esfuerzo tiene su recompensa y el pasado mes de julio le llegó a la escritora campellera Remedios Climent. Tras años entregada con pasión a las letras y a la historia de su pueblo, El Campello, se presentó por primera vez a un concurso literario, el I Certamen Internacional Ciudad de Tetuán de relato corto de la Fundación Mgara Rebahi, donde obtuvo el reconocimiento merecido tras una vida dedicada a la escritura.

El Campello

Con este premio Climent ve reconocida su labor y su pasión pues desde pequeña ha luchado por desarrollar la escritura. La escritora recuerda como de pequeña su madre rompía todas las cuartillas que ella rellenaba con pasión silenciando su faceta autodidacta en las letras. Durante su niñez, su formación fue en francés en el norte de África, su padre fue un buen calafate de rivera y la familia terminó siguiéndole.

Éste premio también afianza su pasión por las poblaciones del norte de África, a las que también se siente muy unida. Estos pueblos la están correspondiente en ese amor callado iniciado cincuenta años atrás.

Remedios, es la primera vez que te presentas a un premio literario ¿Por qué te has decidido ahora?

Sí, es la primera vez aunque he recibido muchas convocatorias como el premio literario de Hogueras de Sant Joan, el premio Azorín. Pero, por mi experiencia como jurado siempre me habían echado para atrás las bases, los requisitos técnicos. En esta ocasión la convocatoria ha venido de una orilla muy querida y conocida, y algo, no sé exactamente el qué, me ha empujado a presentarme. En esos días que estaba repasando las bases del certamen recibí la fotografía de Francisco Cañadas, que ilustra e inspira el relato, en la que vemos a una gaviota que emprende el vuelo desde la desembocadura del río seco.

 ¿Tenías esperanzas de que saliera premiado?

Cuando envié el relato traté de olvidarme, no pensé en ningún momento que iba a resultar premiado. Hasta que un día vi en el teléfono el menaje de un amigo dándome la enhorabuena, enseguida llegó el e-mail de la ganadora del Certamen felicitándome también y finalmente llegó el de la Fundación informándome de que había resultado premiada. Yo comencé a llorar de la emoción, fue un cúmulo de sensaciones. Por un lado, me trasladé a la infancia y vi a esa niña que tenía pasión por la escritura, por otro lado estaba mi orgullo personal, este reconocimiento me ha dado la seguridad que necesitaba para afirmar que soy una escritora premiada.

–¿Cómo has visto el panorama literiario en el Campello a largo de la historia y como es en la actualidad?

Podríamos decir que el pasado liteario de El Campello arranca con su hijo adoptivo, Don Rafael Altamira, esa sería la figura más importante relacionada con las letras. También hay que mencionar el trabajo que realizó José Gomis Lledó, quien fuera cronista no oficial. Durante la primera legislatura de Juan Ramón Varó, siendo concejala de Cultura Rosalía Garrido el Ayuntamiento recibió una serie de escritos proponiéndome como Cronista Oficial entre ellos del escritor y crítico literario Enrique Cerdán Tato, del cronista oficial de Sant Joan d’Alacant Isidro Buades Ripoll o del técnico de Normalización Lingüística y miembro de la asociación cultural Lloixa, Xavier Sala Iborra. Pero no recibieron respuesta y es que la justificación que dieron es que el Ayuntamiento de El Campello no contempla la figura del cronista.

Paralelamente se desarrolló una Asociación de Escritores a la que estaba vinculada, que llegó a ser internacional, ANUESCA. Fue muy importante el trabajo de Harmonie Botella en la organización de encuentros, recitales y muchas otras actividades, a pesar de que tampoco contaron con el apoyo que merecían.

Hoy en día sigo mi labor de divulgadora de la escritura y la historia de El Campello a través de las tertulias literarias que celebramos en el Casino y en las páginas de este periódico.

¿Qué proyecto tienes entre manos?

No paro de escribir y de recabar información. Ahora mismo tengo entre manos 10 trabajos biográficos de personalidades de nuestro pueblo entre los que se encuentran las historias de Pedro Vaello, Juan Galvañ Colomina, Batiste Mut… y una historia que gira en torno a la creación de la plaza de la Iglesia de nuestro pueblo. También estoy escribiendo la biografía del primer repostero del Casino y ultimamte estoy preparando un libro para presentarlo a un importante premio literario.

¿Cuándo podremos leer el relato premiado “El Mensaje de la Gaviota”?

Pronto, hay que respetar los tiempos de publicación que marca el certamen. La obra se traducirá al árabe y además estoy en conversaciones con una importante realizadora para estudiar la posibilidad de realizar un cortometraje basado en la historia.