Texto de José Ramón Carbonell Beviá en su sección SAN VICENTE, SU MÚSICA Y SUS MÚSICOS EN MI RECUERDO

Isabel Bañó Rodríguez, no es natural de San Vicente, pero opino que merece ser incluida en la relación de personas o entidades sanvicenteras que hicieron o están haciendo alguna actividad relacionada con la Música en nuestra localidad. Y voy a explicar tal decisión. Isabel Bañó o Isabelita Bañó, que es como la llamábamos y como la recordamos, es una soprano alicantina a la que cuando se le requirió para colaborar con la coral “La Aurora” de San Vicente, no puso ningún obstáculo para acudir. Y no sólo como protagonista en alguna zarzuela, sino como una componente más de la coral. Recordemos que en el homenaje que desde estas mismas páginas se le dedicó a Encarnita Martínez Pérez, ya apunté que precisamente el vestido de coralista que le dieron a ésta, era el de Isabelita Bañó.

Ascensión Guijarro, directora de la Coral, calibraba la dificultad de alguna obra o de algún solo de soprano y si no disponía en aquel momento de ninguna de ellas con la técnica y la seguridad suficiente para la interpretación, no dudaba en llamar a Isabelita y ella muy gustosa acudía acompañada de su marido Manuel Compañ e incluso, me consta que bastante tiempo antes, vino a nuestra localidad a cantar la zarzuela “La Dolorosa”.

Isabel Bañó Rodríguez, nació en Alicante el día 12 de marzo de 1921. Toda su vida estuvo dedicada al canto lírico. Su bella voz era de soprano lírica pero a lo largo de su carrera artística en muchas ocasiones afrontó roles de soprano dramática e incluso de mezo. En 1940 formaba parte de la compañía de Manolo Álvarez y Óscar Tordera que actuaba en el Salón España de Alicante, junto a Lolita Latorre, Alfonso Huesca y Manolito Álvarez. El 18 de febrero de 1943 participó en el homenaje a Arturo Lledó, fallecido el 13 de enero de ese año. En 1944 estrenó Polka,  zarzuela con música de José María Moreno, junto a Emilio González y Alfonso Huesca. Formó parte de la Compañía Lírica Española que encabezaba Pascual Latorre, hacia la mitad del año 1944, con obras como Sangre moza, La alsaciana, Los cadetes de la Reina y Molinos de Viento. El 13 de agosto del mismo año cantó en el Principal “La del Manojo de Rosas” en una función homenaje a los empleados del teatro. En el Verano de 1945 actuaba en el Iris Park con Juan Cerdá, gran barítono alicantino, Pepita García, Jaime Olmos y el maestro Óscar Tordera.

A partir de 1945, no dejó de intervenir en cuantas compañías de zarzuela se formaban para recorrer toda la provincia interpretando diferentes y variados personajes del repertorio zarzuelístico y de este modo formó parte del elenco de las compañías alicantinas como la de Paco Latorre, Pascual Latorre, Jaime Olmos, Angelito Martínez, Peña Madrileña “El Tejadillo”, etc. Además de pertenecer al Orfeón de Alicante. En 1969, fue, junto a su hermano Ramón Bañó, una de las fundadoras de la Peña Lírica Alicantina. Y precisamente en esta época, quien esto escribe, que era componente de la coral “La Aurora”, entablé una relación de amistad con la familia y por mediación de Isabelita, me incorporó a esta agrupación.

Con ella hice canté “La Montería”, “El Puñao de Rosas” y “El Cantar del Arriero”. He de confesar que me ayudó muchísimo. Me enseñó a desenvolverme mínimante sobre el escenario y muchas otras cosas más que imprescindibles para actuar ante el público. Recuerdo que “El Cantar” lo representamos en Fontilles en el único sanatorio de leprosería que existe en la actualidad y que a mí, en aquel momento, me impresionó mucho. También me viene a la memoria el hecho de que tenía que representar el rol de Lorenzo, un personaje de cierta edad y por consiguiente no tuve más remedio que tintarme unas canas para interpretarlo. Hoy, si tuviera que hacerlo, no necesitaría tinte alguno.

El 14 de abril de 1972 se pone en escena, aquí en San Vicente  “La Tabernera del Puerto”, en el Teatro “La Esperanza”, y en cuyo reparto figuraba Vicente Canals como “Leandro”; Benjamín Beviá como “Juan de Eguía”; Ospi Carretero como “Antigua”; Manuel Monllor como “Simpson”; José Reig como “Chinchorro” y encabezado por Isabelita Bañó en el papel central de “Marola”, y todos ellos bajo la dirección de Ascensión Guijarro Jover.

Esta gran dama de la lírica podía haberse dedicado profesionalmente al canto, pero una vez más las oportunidades se mediatizan a los intereses posesivos y afectivos familiares. Tenía una bonita voz de soprano. Una presencia escénica más que aceptable. Un donaire y unas tablas sobre el escenario propias de una profesional y además poseía la inteligencia suficiente y necesaria para memorizar y encarnar cualquier papel que se le presentase.

Falleció el día 10 de febrero de 2007. Tenía 86 años. Estaba ingresada en el Hospital de Alicante junto a su marido, que falleció unos días más tarde, no llegando al mes de diferencia entre el óbito de ella y el de él.

Isabelita,  muchas gracias por todo. Te estamos muy agradecidos.