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CUANDO LAS NAVIDADES INVENTAN LAS FANTASIAS Y NOS DEVUELVEN LAS GANAS INFINITAS DE CAMBIAR NUESTO MUNDO

Pascual Andrés Tévar nos envía este nuevo artículo navideño

Estamos entrando un año más en las días Navideños y en la despedida del año 2022, y el
comienzo de un nuevo año 2023. Y tal vez, necesitamos, apoyarnos de verdad, en los valores
que, sin apenas darnos cuenta, vamos dejando arrinconados en nuestros pensamientos, y los
sustituimos por otros rutinarios, y que no nos dejan pensar y reflexionar en todo lo que aportan
a nuestras vidas, si sabemos descubrirlos y poner en activo en nuestra forma de pensar y de
sentir desde nuestros pensamientos más escondidos. Así que, he mirado hacia dentro, y lo
traslado, a mi manera, en este artículo.
Inventamos las Navidades cuando pensamos y sentimos los reencuentros con nuestros
familiares, y centrándonos en nuestros hijos, en mí caso, una cerca en un piso tutelado en
Alicante, y otro más lejos en hermosas tierras manchegas. Y aunque no vamos a poner estar
reunidos en una mesa, si lo haremos por medio de la comunicación, y con la ayuda importante,
en este caso, de la tecnología. Y lo que de verdad importa, es que los ingredientes son los valores
que compartimos, y que hemos tratado de inculcar siempre con el ejemplo diario, lo mejor que
hemos podido. Y desde ese prisma, lo traslado, en mi deseo convencido, de que todos y todas
sepamos descubrir cómo vivir estas fechas, y transportarlas hacia del futuro de cada día.
Inventamos las Navidades, cuando sacamos un rato, como sea, para contactar con los amigos
del alma, y saber que esa conexión, te da moral para seguir adelante, es como un cheque en
blanco, de ánimo y de coraje, que tanto necesitamos, y que nos encontramos perdidos cuando
no sabemos dónde buscarlo. Y ahí están los amigos, para darte el aliento y la fe, para seguir
adelante.
Inventamos las Navidades, cuando nos esforzamos de verdad, por darle el valor que merecen
las cosas más sencillas de nuestra vida diaria, como un saludo, como una mirada, como un gesto
de comprensión solidaria y tolerante, que tanto echamos en falta en nuestro Parlamento en
Madrid.
Inventamos las Navidades, cuando somos capaces, aunque sea a ratitos, de arrinconar los
egoísmos, la hipocresía, las ansiedades, y las angustias existenciales, y nos ponemos el mono de
trabajo para tratar de entender, y de transmitir, que lo importa, se vive cada instante, sin pensar
en proyectos de logros materiales de futuro. Y si, en transmitir espíritu comprensivo y solidario,
en todo lo que hacemos día a día.
Inventamos las Navidades, cuando pensamos en la Peña, que a pesar de estar cerrada, por la
celebración del mundial 2022 de fútbol, la sentimos con añoranza de volver, y de reencontrarnos
con los amigos y colegas, y volver a vivir pasión y sentimiento , en esos ratos inolvidables y llenos
de buenos , sanos ,e intensos momentos.
Inventamos las Navidades, cuando somos capaces de sentir solidaridad con los que sufren la
guerra de Ucrania, y con todos y todas, los que sufren en todas las fronteras de nuestro mundo.
Y de alguna manera, trasladar con nuestra vida y nuestro trabajo, mensajes de que es posible
luchar por cambiar las cosas, por seguir luchando cada día, por tener fe para cambiar el mundo,
en la convivencia pacífica, libre, y solidaria.
Inventamos las Navidades, cuando acudimos a nuestros queridos bares y restaurantes, a
celebrar estas fechas, y compartimos los buenos alimentos, y las copas, y demás celebraciones,2
y tenemos el sano espíritu, a pesar de todos, de sacar un instante de sonrisas, y fervientes deseo,
de que nuestras vidas tengan argumentos para seguir trabajando. Y seguir, cueste lo que cueste
creyendo de verdad, y sin disimulos, en la libertad, y en paz, donde todos y todas tienen su lugar,
y su misión por cumplir y por compartir.
Inventamos las Navidades, cuando acudimos con moral ganadora, y compartimos con el amigo
de alma en la aventura de la empresa. Y acompaños del buen equipo de compañeras y
compañeros, y amigos, y tratamos de hacer siempre un buen trabajo, y transmitirlo como forma
de hacer, y darle sentido, a nuestra misión en la vida.
Así que, caminando e inventando las Navidades, envuelto en estas reflexiones intensas y
emocionadas, voy a luchar sin descanso, por no dejarme invadir por las monotonías, y por el
conformismo, sin sentido. Y voy a tratar de descubrir cada día, a mi manera, que es posible,
tener ilusión, y fe en el futuro, y construirla bajo la increíble luz mediterránea.

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