ISMAEL F. BEVIÁ TORREGROSA
Texto de José Ramón Carbonell Beviá (Mestre d’Escola) en su sección SAN VICENTE, SU MÚSICA Y SUS MÚSICOS EN MI RECUERDO
Realmente su nombre oficial es Ismael Fernando Beviá Torregrosa, pero todos lo conocemos por Ismael Beviá. Su padre (Ismael, también), tocaba el clarinete en la Banda de la Sociedad Musical La Esperanza y su abuelo, también. Cuando me entrevisté con él para recabar información para hacer este escrito, me comentó que él desde que nació había de ser músico. Sí o sí. Era la voluntad y el deseo de su padre. Nace en nuestro San Vicente el 30 de mayo de 1940. Su instrucción primaria fue con el maestro, sanvicentero, D. Mariano Baeza Molina. Con tan sólo siete años, ingresa en la banda de La Esperanza y comienza a estudiar solfeo con otro muy buen músico natural de nuestro pueblo (Luis García) y componente de la B. M. de Alicante. Para un músico de aquellos tiempos el logro más importante, más meritorio era formar parte de la plantilla de músicos de “la Banda Municipal de Alicante” y a ello se encaminó su preparación, prácticamente desde el principio. Para preparar la prueba de conocimientos de cultura general necesaria para su ingreso como músico, se matrícula en la academia COTS, de la capital. Se perfecciona en el clarinete acudiendo a las clases particulares con otro excelente músico clarinetista, Joaquín Chicano. Con tan solo dieciséis años ingresa en la B. M. de Alicante, como interino, tras aprobar una prueba ineludible. La edad mínima para optar a una plaza en propiedad era la de dieciocho años. Por tanto se tuvo que esperar dos años. Llegado el momento, aprueba la oposición para “clarinete requinto” también llamado “clarinete piccolo” y comienza a formar parte de la más importante Banda de Música de la provincia siendo director, en aquel momento, D. Carlos Cosmén Bergantiños. El requinto es un instrumento de la familia viento-madera. Es un clarinete afinado una cuarta por encima del clarinete en Si bemol. Su cuerpo es más pequeño que el clarinete (58 cm). Años más tarde obtiene, también por oposición, la plaza para clarinete, pero continúa tocando el requinto.
Con compañeros de la banda forma una orquesta para amenizar bailes tan requeridos en aquellos tiempos. La titularon “Los cinc sons”. Eran cinco componentes. Ismael alternaba con el saxofón tenor, la batería e incluso como cantante o vocalista del grupo. En este grupo uno de los componentes era el cantante, pero no sabía música y era Ismael el que primeramente se aprendía la canción valiéndose de sus conocimientos musicales y posteriormente se la enseñaba al compañero. Esta actividad no fue muy longeva.
Un compañero de la banda, le propone el dirigir la banda de Finestrat. Acepta pero deja muy claro que “sin compromiso alguno”, es decir que si pasado cierto tiempo su trabajo no es del agrado de la sociedad, abandonaría el cargo, sin problema alguno. Al poco tiempo se le propone dirigir la banda de Monóvar y también lo acepta. Es decir, durante unos años era músico de la B. M de Alicante, dirigía la banda de Finestrat y a la vez dirigía la Artística de Monóvar. Con esta última sólo estuvo cuatro años. Con la de Finestrat estuvo unos diez años. Se ha de decir que durante un periodo de tiempo relativamente corto tocó en la Orquesta Filarmónica de Alicante fundada en 1962 por D. Moisés Davia. Daban los conciertos en el Auditorio de Gadea 1 y en un principio fue sufragada por la, entonces, Caja de Ahorros del Sureste de España, pero desgraciadamente, desapareció en el 1966, por falta de ayudas.
En el año 1965, y en el mismo día de su aniversario contrae matrimonio. De dicho matrimonio tienen tres hijos. Mª Pilar, Ismael y María Vicenta. Y es precisamente esta última la única que realiza estudios musicales. Con la ayuda y supervisión de su padre, obtiene el Título de Grado Elemental de Piano.
Apareció la Ley de incompatibilidades y no tuvo más remedio que dejar la dirección de ambas bandas. Lógicamente se quedó solo con la plaza de componente de la Banda Municipal de Alicante. Durante sus últimos años profesionales en la B. M. optó por tocar el clarinete ya que la embocadura del requinto es algo más dura.
En todos estos años de estudio y dedicación, ha demostrado ser un apasionado de la música y de su profesión. Ha disfrutado de una vida profesional plena y tanto su familia como sus amistades han sido testigos de su amor por la música, pues la ha vivido y sentido con intensidad intentando transmitir esa pasión en todos sus proyectos.
Sus hijos le admiran por ser un ejemplo de profesionalidad, trabajo y disciplina que ha llevado siempre con ilusión y disfrutando de lo que hacía.
Y para terminar quiero contar una anécdota ocurrida aquí en San Vicente relacionada con Ismael y mi familia. El 18 de febrero de 1993, fue el funeral de mi padre. Como músico que había sido toda su vida y por deseo expreso de él mismo contacté con el presidente de la Banda de La Esperanza, para que tocaran durante todo el recorrido del entierro. La Banda Municipal de Alicante tenía ensayo en su sede habitual y algún músico sanvicentero comentó que había fallecido Ramón Carbonell Lillo. Al saberse esto, en pleno ensayo, el director D. Bernabé Sanchís suspendió el ensayo para que algunos músicos pudieran asistir al sepelio. Pues bien. Tanto Francisco Amat, como nuestro homenajeado en esta ocasión, llegaron durante el trayecto en el que iban tocando una pieza. Ambos montaron sus respectivos instrumentos y se incorporaron a la formación como dos músicos más. ¿Qué puedo decir de un hecho así? Pues, muchísimas gracias. Mi familia y un servidor os estamos muy agradecidos.