De norte a sur, pasando por el centro. La normalidad es la tónica dominante en El Campello desde que el pasado lunes entráramos en la fase 1 de desescalada, que permite la apertura del comercio minorista y las terrazas de bares, cafeterías y restaurantes (respetando ciertas normas de seguridad y distanciamiento), además de encuentros familiares que no superen las 10 personas y la recuperación de otras libertades individuales y grupales.
Los comercios han establecido sin mayores dificultades las normas básicas de obligado cumplimiento. Responsables y dependientes atienden al público bien provistos de mascarillas, que también utilizan los clientes, y en todos los casos se facilita gel hidroalcohólico para las manos. Los mostradores son desinfectados tras cada compra, la mercancía no se toca y se aconseja el pago con tarjeta de crédito.
Quizás lo que más se deja notar en la vía pública es la apertura de terrazas y veladores, que han devuelto parte de la vitalidad que define e identifica al municipio. Muchavista, centro y zona norte ofrecen una imagen bien distinta a la de los últimos dos meses, con gente compartiendo mesa y camareros muy pendientes de que se cumplan las distancias de seguridad y de higienizar cada mesa y cada silla tras cada servicio.
En esta fase, los agentes de la Policía Local se encargan de comprobar desde el arranque de la semana que todos cumplen con las medidas sanitarias. No se ha multado a ningún establecimiento, lo que demuestra el altísimo grado de cumplimiento de las normas.
Poco a poco, escalonadamente, El Campello vuelve a la normalidad, aunque sujeto a las limitaciones que impone el estado de alarma en el que permanecemos todos los españoles.