San Vicente llevará al pleno de este mes la prórroga forzosa del actual contrato de limpieza viaria y recogida de basura, que caduca el próximo 30 de junio y lleva en vigor desde 2012.
Después de descartar la opción de municipalizar el servicio a finales de 2018 (el PSOE se opuso tras elevar el tema a su asamblea por la complejidad y alto coste), el consistorio sigue sin aprobar un nuevo contrato, por lo que se verá obligado a aplicar esta medida de urgencia pese a que Cespa (la empresa en cuestión) ya manifestó en su día la intención de no continuar prestando el servicio una vez venciese el contrato.
El edil de contratación, Jesús Arenas, explica que “desde la entrada del nuevo equipo de gobierno, el área de Servicios Urbanos ha impulsado la redacción del contrato”. El edil indica que “en los meses del pasado verano se inició la redacción de los pliegos y en diciembre se entregó una versión preliminar”. Arenas añade que “en febrero llegó la versión definitiva, que está en intervención para que se lleve a cabo el proceso de fiscalización”.
La opción del consistorio, según apunta el concejal responsable de contratación, es “ampliar el contrato actual durante un año o durante el tiempo necesario hasta que el nuevo esté listo”.
El asunto no ha tardado en suscitar la crítica de la oposición, ya que desde ciudadanos denuncian que “el equipo de gobierno no ha sido capaz de aprobar el nuevo contrato de limpieza viaria y recogida de basura a pesar de llevar cinco años gobernando y de que la actual empresa comunicó al Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, hace ya más de dos años, que no iba a aceptar una prórroga del actual servicio, que termina el próximo 30 de junio”.
El portavoz Pachi Pascual ha explicado que “el equipo de Gobierno lleva años quejándose de lo malo que es este contrato para San Vicente, asegurando que está blindado a nuevas mejoras, que la maquinaria está obsoleta o la dificultad para abrir los contenedores, y ahora nos encontramos con que tienen que prorrogarlo de forma forzosa un año más porque no han hecho los deberes y no han aprobado los pliegos para licitar un nuevo contrato que esté acorde a las necesidades actuales del municipio”.
Pascual ha recordado que el contrato de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos (RSU) es el más importante que tiene el Ayuntamiento de San Vicente, con un presupuesto de más de 4,5 millones de euros anuales en el actual contrato, y que se verá incrementado en el próximo pliego de condiciones. “Prorrogar este contrato supone aplazar un año todas las mejoras que implica la licitación de un contrato nuevo, entre ellas la sustitución de los actuales contenedores por otros accesibles a las personas mayores y con movilidad reducida, tal y como propuso Ciudadanos, o la renovación de la maquinaria que se utiliza para mantener limpias las calles, que es una de las principales quejas de los vecinos”, afirma el portavoz.
