Eduardo Seva

Portavoz del grupo REDCv en el Ayuntamiento de El Campello

Hace unos pocos meses que la corporación municipal de El Campello aprobó por unanimidad una moción de la plataforma vecinal REDcv para la redacción de una ordenanza que permitiese obligar a las viviendas  y colectividades residenciales a evacuar los volúmenes contenidos en sus respectivas pozas de saneamiento individual, dado que las filtraciones a través de las capas permeables del sustrato daban con estos sobrantes a las calas que se hallan al norte del municipio (Cala dÉnmig, Barrac d’Aigües, Cala Merced, Cala Lanuza, Cala Palmeretes) como el final de pequeñas cuencas y ayudados por la gravedad. Este pequeño logro ha supuesto casi un año de esfuerzo por parte de algunas mentes en el convencimiento general del Consistorio y años desde las asociaciones de vecinos de la parte norte del casco urbano de El Campello.

Porque la Directiva europea obliga a los municipios de más de 10.000 habitantes a tratar sus aguas residuales en una EDAR y es por ello que invirtió una buena suma de dinero en el inicio de las obras de canalización mediante red primaria por las principales arterias de Coveta Fumá, El Poblet y Lanuza (ya que buena parte de Amerador ya se encuentra conectado a la EDAR de l’Alacantí Nord), enterrando tubo de 80 cm y construyendo el armazón de  las estaciones de bombeo para llevar las fecales a una pequeña depuradora en la partida de Les Canyades y que posteriormente se optó por canalizarlas, como el resto, hasta la EDAR de Muchamiel.

La Generalitat (a través de EPSAR) dotó de 5.000.000 € para la finalización de las obras y la conexión vecinal con la condición de recepcionar unas parcelas privadas que habría de expropiar el Ayuntamiento y en lo que ya llevamos más de un año. En total suman más de  9 años desde que se iniciaron las obras de la red primaria y esto no tiene visos de finalizar este siglo.

No hace mucho más de una semana que el equipo de gobierno (PP+C’s+Vox) con algún concejal de la oposición -sigo la misma técnica de ninguneo del gabinete de prensa- que izaron las 2 banderas azules de calidad de playas de un municipio de 23 Km de costa, mientras que en esta misma provincia, y no yendo muy lejos, con la cuarta parte de costa hay municipios que tienen 3 y 4 banderas del mismo color.

La pregunta que me hago y que me consta se hacen muchos vecinos es la siguiente: ¿qué es lo que pasa con los barrios del norte del municipio para que se les trate de esta manera? Porque se trata sin duda alguna de una discriminación y de una segregación que no halla disculpa ni comparativa con el resto del pueblo. Tenemos cinco o seis calas que podrían ser rincones maravillosos de la costa campellera y sin embargo sus arenas y guijarros se encuentran bañados por la colmatación de las fosas sépticas, de las diminutas depuradoras de bloques de viviendas que por mal funcionamiento vierten sus fecales en las arenas de las calas, sin señalización alguna de las malas condiciones de sus aguas ni advertencia de los peligros sobre la salud pública que esto encierra. Y con el agravante de que este equipo de gobierno (PP+C’s+Vox) se empeña noche y día en convencer mediante notas de prensa en los medios locales de que hipotéticas analíticas dan como resultado unas aguas excelentes para el baño. 

¿A qué punto se quiere llegar con esta farsa? Hace una semana pudimos ver a dos niños de corta edad chapoteando en la pestilente lengua de agua que sale al mar en Cala Baeza, carente completamente de carteles indicadores de la mala calidad de esas aguas. Algunas formaciones políticas gastan parte de su reducido presupuesto en analíticas paralelas cada cierto tiempo en los meses de verano y los resultados, una y otra vez, contradicen rotundamente los análisis “oficiales” que manda hacer este equipo de gobierno.

Este es un pequeño ejemplo de las precariedades y escasa calidad de vida que reina en la zona “Bronx” del norte de este municipio, contrariamente a lo que pueda parecer a ojos vista de los que puedan solamente visitar de pasada esta zona pero que no viven en ella. 

VIVIMOS COMO RATAS.