David Valero y Adán Aliaga son dos de esos sanvicenteros ilustres de los que nos sentimos orgullosos. Una vez más, llevarán el nombre de nuestro municipio por todo el panorama nacional, tras ser elegidos como candidatos para los premios cinematográficos más importantes de nuestro país. “Sería muy bonito que el Goya viniera para San Vicente”, coinciden ambos.

David es un rostro conocido en el pueblo. Fue pregonero, se implica con los diversos colectivos y causas cuando se lo piden, además de apoyar a la comunidad educativa como cuando rodó un corto sobre el acoso escolar. Se le puede ver por los comercios del pueblo o paseando con su bici, sin perder la humildad pese al gran currículum que tiene a sus espaldas. Por su parte, Adán es uno de los sanvicenteros más internacionales. Pasa la vida entre nuestro municipio y Nueva York, en una mezcla de contrastes que se nota en sus creaciones. Ambos son amigos, colegas y compañeros, por lo que compartir esta candidatura es un orgullo para los dos. “Es un éxito compartido, nosotros coproducimos muchos trabajos, la idea es ir de la mano para convencer a los académicos”, sentencian.
“Es un éxito compartido, nosotros coproducimos muchos trabajos, la idea es ir de la mano para convencer a los académicos”
Ambos trabajos se colaron entre los quince mejores de una lista inicial de 75 cortos de ficción. Ahora, el objetivo es ser uno de los cinco nominados que optarán al premio final, y nuestros artistas se ven con opciones reales, aunque saben que para ello necesitan hacer el máximo ruido posible en redes sociales. “La campaña comenzará en breve y para ello realizaremos un gran acto en San Vicente, e incluso reabriremos ‘Apetece’. Las votaciones se iniciarán el 15 de diciembre y las nominaciones se conocerán en la primera quincena de enero”, aclaran.
A David Valero se le ocurrió la idea viendo una noticia en internet sobre un cantante americano con Alzheimer que recordaba las letras de las canciones de su infancia. Así nació una orquesta formada por cuatro amigos jubilados que llevan más de 30 años tocando en las fiestas de los pueblos, hasta que algo cambia de repente (para saber más habrá que ver el corto).
Fueron siete días intensos de grabación en San Vicente y desde entonces ya ha pasado por 40 festivales y ganado once premios. “El objetivo es estar ahí, que el corto se mueva en salas y esta categoría salga del ostracismo”, señala Valero.
Adán Aliaga pudo al fin llevar a cabo una idea que venía madurando muchos años. El escenario elegido era Nueva York, pero finalmente se decantó por Benidorm para plasmar los tormentos de una protagonista con desórdenes mentales que lucha por encontrar su equilibrio en un entorno hostil.
Ambos directores son realistas, pero a la vez ambiciosos. Creen que pueden estar en una gala que será singular por la realidad sanitaria que lo ha cambiado todo: “Se ha perdido la magia, el espíritu de ir a festivales, el feedback con la gente”, lamentan, aunque aseguran que “por otro lado hemos ganado en audiencia ya que las retransmisiones online nos han permitido llegar a más gente”.