Después del rotundo éxito del ciclo “Noches Mediterráneas”, que durante el pasado verano se convirtió en uno de los principales referentes culturales de nuestro país, la oferta cultural alicantina despierta de su letargo invernal con las primeras flores y los primeros rayos primaverales, de nuevo en el páramo musical del muelle 12 del puerto de Alicante, en un ambiente espectacular, junto al mar Mediterráneo y con las mayores medidas de seguridad.

El AUDITORIO de MUELLE 12, con apenas un par de espectáculos de vida, tras la inauguración del espaciocon la banda murciana Second, y la reciente actuación este mismo sábado del cantante barcelonés Carlos Sadness, el domingo 14 de marzo ha sido el turno de la artista gaditana MALA RODRÍGUEZ.
Con Lujo Ibérico Unplugged la rapera, con más de 20 años sobre los escenarios y reconocida a nivel mundial, nos devuelve a los orígenes de su carrera con el disco con el que todo empezaba.
Dos sillas y una guitarra en el escenario, nada más. Se adelantaba la guitarrista Mari León y empezaba a hacer lo que sabe, le siguió la Mala, las dos de riguroso negro, como el negro del escenario también. No hicieron falta más adornos, el escenario se llenó con los primeros “quejíos” de la guitarra y María lo completó cuando empezó a recitar “Peleadora”, canción del último disco “Mala”(2020)con el que abrieron el concierto.
Una guitarra flamenca y la voz de la rapera, ya está, un espectáculo sincero y desnudo que mostró su poderío de principio a fin.
Se escucharon todas las canciones del disco “Lujo Ibérico” (2000), como no podía ser de otra manera en un espectáculo que celebra los 20 años del disco de Mala Rodríguez.
Sonaba a continuación “No van”, donde Mari León dejaba la guitarra a un lado para acompañar a María con la flauta travesera, y de la que María confesaba que no podía cantar cuando era chica porque tenía vergüenza, pero ahora no la tiene y reflexionaba que es una pena no tener vergüenza.
Después “Especias y Especies”, “Tambalea” y “Con Diez o con Veinte”.
Le gustó Alicante a la Mala Rodríguez, y el entorno espectacular del muelle 12, y le decía a su guitarrista: “muy bonito el sitio, me voy a comprar un piso y nos vamos a la playa”.
El público se venía arriba cuando Mala Rodríguez empezaba a cantar “Tengo un Trato” a capela.
Le siguió “En mi ciudad hace caló”, y “La Cocinera”, que dedicaba a todas las mujeres que no pueden decir nada.
Después de “Los ojos de Engañá” y “Yo Marco el Minuto” María Rodríguez se saltaba el repertorio previsto y le preguntaba al público qué canción querían oir, a lo que el público contestó al unísono: “La Niña”, que empezó a cantar a capela de manera improvisada.
Apuntaba que las cosas se están haciendo bien y afirmaba que le pediría a alguien del público que subiera a cantar con ella si no estuviéramos en esta situación.
Después llegaba el turno de “Quién Manda” (Bruja. 2013), y “Contigo” (Mala 2020), únicas canciones, junto con la de apertura, que se salían del repertorio de “Lujo Ibérico”.
Se despedía la Mala Rodríguez que quería darles a todos un beso en la boca, pero no se puede.
Llegaba el turno de los bises, tras la aclamación del público, y volvía a sonar otra canción a capela, esta vez “A Jierro”.
Se cerraba el concierto con “El Gallo”, que sonaba magistralmente sobre los acordes de “Guantamamera” y “El Manisero”, canciones de la música tradicional cubana.
Finalmente la Mala les deseaba a todos que se encontraran problemas que les lleven a evolucionar, y salía del escenario celebrándolo con su guitarrista.
Se nota la evolución y la madurez en la música de la gaditana, desde el primer “Lujo Ibérico” en el año 2000, el genial “Alevosía” en 2003, o el aclamadísimo “Malamarismo” en 2007, hasta el reciente “Mala” en 2020 y, aunque las ritmos son más universales y las formas mucho más calmadas, sobre todo en su último trabajo algo más alejado del rap tradicional, el mensaje sigue siendo el mismo de siempre.
María Rodríguez, disco de oro en varias ocasiones, Premio MTV Latinoamérica a la mejor artista promesa del año, Premio de la Música en la categoría de Álbum de Hip Hop, Grammy Latino a la Mejor Canción Urbana, Grammy Latino al Mejor Álbum Urbano, y Premio Nacional de las Músicas Actuales, viene a decirnos que no debemos olvidar la esencia de las cosas y nos presenta su espectáculo sincero donde el mensaje no cambia y donde María se atreve a contar con un lenguaje muy directo, de forma clara y sin rodeos, muchos de los problemas de nuestra sociedad y que siguen muy de actualidad 20 años después, como si no hubiésemos aprendido nada en todo este tiempo.
La Mala María, con su hip hop reivindicativo y sus letras incómodas, incluso a veces malsonantes, de nuevo nos ha contado verdades como puños que han ido directas como un puñetazo en el estómago y que nos ha cortado la respiración.
Y lo ha hecho a plena luz del día para que no haya confusiones, porque ya se sabe que por la noche todos los gatos son pardos. Ahora depende de cada uno reaccionar, o mirar para otro lado otros 20 años.
La organización de Producciones Baltimore espectacular, como el pasado verano, cuando consiguieron crear un espacio mágico e imprescindible en la vida cultural y gastronómica alicantina, con más de 50 espectáculos, 24.000 asistentes y 0 contagios gracias a las estrictas medidas sanitarias.
Las medidas de seguridad estrictas y el personal vigilante desde el principio hasta el final para garantizar su cumplimiento y mantener así un espacio seguro para el público: obligación de permanecer sentado en todo momento, distancia de seguridad, uso de mascarilla obligatorio, gel hidroalcohólico de uso obligatorio en accesos y aseo, personal con formación específica en protocolos Covid-19, señalización de distancia de seguridad, vasos de un solo uso, personal equipos de protección individual en todo momento, desinfección constante y limpieza del espacio, etc.
Pues bien, si no había que perderse “Noches Mediterráneas”, mucho menos hay que perderse MUELLE 12, ya sea en su espacio “Auditorio” disfrutando de la oferta cultural, o en su espacio “Terminal” para disfrutar de una amplia oferta gastronómica de alto nivel y también con una propuesta cultural paralela. MUELLE 12 es la evolución de Noches Mediterráneas y, como tal, goza de las ventajas producto de la mejora continua de sus organizadores, grandes experimentados en estas plazas.
La oferta de MUELLE 12 se extenderá hasta septiembre de 2021, con el turno el próximo fin de semana de Sidonie y El Kanka en la parte musical, y de David Suárez en la comedia, mientras que los más pequeños podrán disfrutar del espectáculo Cantajuego.
Más información y entradas en: www.muelle12alicante.es y www.produccionesbaltimore.es
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