- Pascual Andrés Tévar envía un nuevo artículo de opinión
Parece en estos días de junio 2021 que entre los pasaportes del COVID 19, y los pasaportes para viajar, se camina sin querer, hacia un estado de frenesí, que conviene poner en cuarentena, y en una calma sosegada.
El pasaporte entendido como forma de conectar más personalmente con los AMIGOS y AMIGAS, y decirles cara a cara , que seguimos conectados, que nos necesitamos más que nuca, y que ninguna pandemia, ni nada parecido , nos va a dejar sin esperanza en los intensos reencuentros.
El pasaporte de viajar hacia los interiores de nuestras mentes, y pensar que no hemos vencido los miedos, pero que tenemos que saber y tener muy claro, como gestionar convivir con ellos, y aprender a salvar la angustia desenfrenada, aunque sea en el último minuto, ante de caer en la depresión y sus convulsas consecuencias.
El pasaporte de llevarnos el inconformismo, en lugar de dejarnos invadir por apatías y otras estupideces, y ser capaces de levantar la moral, y buscar la forma de luchar a diario, salvando barreras desde dentro y desde fuera.
El pasaporte hacia el sentido de la libertad responsable, que tenemos que saber llenar de argumentos, para encontrar el salvavidas, que nos pone a la orilla del naufragio de las ideas, y de la fe constructiva.
El pasaporte hacia el esfuerzo interminable, con los altos y los bajos de la moral, pero que nos lleva, y nos impulsa a nosotros mismos, y que nos hace pensar, que no existen límites para buscar y encontrar la superación, momento a momento.
El pasaporte de la rebeldía, antes de caer en apatía, y de alguna manera, casi sin quererlo, nos impulsa a luchar sin barreras, y llegar a sentir, que vamos salvando, y construyendo etapas de futuro, y al mismo tiempo, nos hace sentirnos solidarios.
Nunca podremos aceptar los y las que se han quedado en el camino, pero sabremos construir el HOMENAJE ETERNO en su memoria, que nos llenan de argumentos para seguir trabajando duro día a día, en el futuro compartido, solidario y lleno de libertad, que nos han dejado más allá del sufrimiento, su huella imborrable, y que son un pasaporte infinito, para viajar más allá de las estrellas.
Al final, reflexionamos, que en este debate sin piedad, siempre que nos adentramos, en nosotros mismos, y somos capaces de buscar de verdad, el apoyo de la COMPAÑERA o del COMPAÑERO de la vida, de la FAMILIA, de los AMIGOS y AMIGAS, por mucho que nos cueste, encontramos el camino o el momento del sosiego, de la fe en el futuro, y nos ayuda, y nos impulsa, a seguir nuestro camino bajo la increíble luz mediterránea.