En septiembre de 2012 empezaba una aventura para nosotras. Carmen iniciaba su etapa en infantil en el CEIP El Fabraquer. Como mami, tenía muchos miedos e inquietudes, pero a la vez sentía felicidad y emoción.
Hoy, en junio de 2021, mi pequeña Pippi (así la llamamos algunas personas) termina su etapa de primaria en este centro.
Por un lado, ya empiezo a sentir tristeza y nostalgia, ya que este cole ha sido y será mi segunda casa.
¡La de horas que he pasado en los despachos y participando en las diferentes actividades!
Por otro lado, debo de estar feliz porque este cambio forma parte de la vida. Jamás olvidaré a las madres y padres que han querido a mi hija tal y como es y que la han ayudado en sus dificultades.
¡Me llevo amistades para toda la vida!
Quería agradecer a todas las personas que han formado parte y forman El Fabraquer. Desde las chicas de la limpieza, cocineras, monitores y monitoras (en especial a Almudena y M. Carmen), conserjes (Paco que se jubiló hace años y conocía el nombre de cada niño, niña, madre y padre), secretarias, orientadora, fisio… Por su gran labor.
Quiero citar el nombre de algunas maestras y maestros que han estado acompañando a mi hija en todo este camino, desde infantil a primaria y de antemano pido disculpas por si me dejo a alguien:
María (su primera profe y parte del equipo directivo), Bego, Dori, Emi (su profesora del primer ciclo de primaria y a la que queremos con locura), Bea, Javi, Gustavo, Marina, Jordi, Paloma (también fue jefa de estudios y con la que también me he sentido arropada), David, Álvaro…
¡No tengo palabras para agradeceros tanto!
Gracias también a la AMPA, conocí de cerca la labor que realizan y es una asociación maravillosa.
Carmen echará de menos a los compañeros y compañeras del «Aula Arcoíris», le encantaba participar en esa clase.
Por último, quiero nombrar a Ginés y Mapi, equipo directivo, que aunque hay veces que hemos tenido desencuentros, habéis sido un pilar fundamental en nuestras vidas sobre todo en estos dos últimos años tan duros que hemos pasado.
Habéis tenido una paciencia increíble, habéis buscado los mejores recursos y no sólo habéis hecho crecer a una niña, habéis hecho crecer a una madre como persona.
Mientras escribo se me saltan las lágrimas y no me salen casi las palabras.
¡Gracias y mil veces gracias!
Os quiero y os deseo toda la felicidad del universo.
¡Os la merecéis! ¡Parte de mi corazón se va con vosotr@s!