Escrito de Carlos Navas, ex director del CIPFP Canastell, que intenta conseguir 100 firmas para dirigirse a Consellería de Educación

En el pasado curso el CIPFP Canastell a fin de poder garantizar la mpresencialidad total de su alumnado hubo de transformar la sala de profesores en un aula para impartir clase.

En este mes de julio, la nueva directora, cuyo nombramiento ha sido recurrido en recurso de alzada, ha supuesto que vuelven a darse las condiciones normales en lo referente a las medidas de seguridad anticovid, pero, en lugar de retransformar lo hecho, dándole al aula creada un nuevo uso como sala de profesores, pretende suprimir la biblioteca del centro, que
fue construida por el mismo Canastell y que cuenta con una dotación creada a lo largo de casi 40 años de gran valor e importancia artística y cultural, que se encuentra perfectamente ordenada y catalogada.

Este desguazamiento, pues los libros se van a regalar o tirar para en su lugar colocar taquillas no ha sido solicitado al Consejo Social, máximo órgano de gobierno del centro y constituye una agresión de primer orden al patrimonio público.

Por ello tanto el Ayuntamiento de San Vicente, pues la biblioteca es un bien cuyo disfrute han utilizado a lo largo de los años muchos vecinos, como las autoridades educativas como garantes de la cultura y el patrimonio han de intervenir a fin de evitar este terrible final de una biblioteca pública tan valiosa como ésta y que tantos esfuerzos costó.

De producirse este expolio, será preciso plantear lo sucedido en instancias jurídicas para que determinen las posibles responsabilidades.