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La alegría de Rozalén invadió la Plaza de Toros de Alicante

Apenas acaba de arrancar el ciclo de conciertos LA PLAZA EN VIVO, y ya se ha subido al escenario de la Plaza de Toros de Alicante una de las artistas que más discos vende y más plazas llena en nuestro país.

Foto: Juan Sáez

Como no podía ser de otra manera, ROZALÉN colgó en Alicante el cartel de no hay billetes, porque el público alicantino la adora, como todos los públicos.

Y es que la artista manchega está envuelta en un halo de alegría que va regalando a todo aquél que se acerca a su alrededor, así que cuando son miles de personas las que arropan a la cantante la energía positiva está asegurada.

Las mismas buenas vibraciones que fluyen en su equipo, y que hace que todo funcione a la perfección.

Antes de salir al escenario, ROZALÉN calienta la voz, y derrocha la felicidad con la que va a llenar el escenario, de repente se oye rumbear una guitarra con la que todos se ponen a bailar ansiosos por empezar el espectáculo antes de tiempo, porque no pueden contener el arte que llevan dentro; no les mira nadie, lo hacen porque les sale, porque entre amigos lo que apetece es bailar y pasarlo bien. Instantes antes de pisar las tablas de la Plaza de Toros, la cantante y sus músicos se abrazan, uno por uno, y también abrazan a parte del equipo técnico; están celebrando, y eso que aún no saben como irá el concierto, pero estar ahí les basta, saben que todo saldrá bien. Por si queda alguna duda, Mª Ángeles les da las últimas instrucciones, lo único que hay que hacer es pasárselo bien, quizá esa sea la fórmula del éxito.

Llega la hora y el público aplaude, haciendo saber que ya están preparados para lo que van a vivir. Primero salen al escenario los músicos y, cuando ha comprobado que todo está en su sitio, lo hace ROZALÉN.

“Tenía ganas de venir a Alicante” fue la primera frase que la artista les regalaba a los asistentes, y es que afirmaba haber vivido momentos muy felices en esta ciudad. El público le responde con la primera ovación, sin ni siquiera haber escuchado ni una nota, así que esto promete.

Se abre el concierto con “Este Tren”, un tema del último disco “El Árbol y El Bosque” (2020)que ofrece una reflexión sobre lo bonito de aprovechar las oportunidades que se te presentan…toda una declaración de intenciones nada más empezar el espectáculo; y es que todo el disco es una reflexión interior para encontrar el lugar del que aprender a partir hacia delante.

A continuación llegan “Dragón Rojo”, “Será Mejor”, “A Tu Vida”, y “La Línea”, de la que cuenta que es la que más le ha costado escribir porque toda esa gente que deja su país, a su gente, y su vida, nadie lo hace por gusto…partir es siempre partirse en dos.

Recitando a Miguel Hernández, con el poema Tristes Guerras, presentaba la historia de “Justo”, el tío-abuelo que nunca volvió y que podría ser la historia de cada uno de nosotros, muchos tenemos un Justo que nunca volvió; la vida tiene estos caprichos, y una de las mayores injusticias que pueden existir, precisamente lleva el nombre de Justo.

A continuación “Aves Enjauladas”, que también habla de la injusticia que nos ha tocado vivir, de no poder tocar y abrazar a los que queremos, aunque buscando siempre el lado positivo de la historia.

Si el nivel ya estaba alto, no era el momento de bajarlo y Mª Ángeles confesaba a su “público bonico” que cuando canta “El Mar entre el Trigal” hay frases que le matan por dentro, y le emociona pensar lo frágiles que somos y, aunque parece que todo esto no nos ha hecho mejores como pensábamos todos, ella prefiere quedarse en la utopía de pensar que la gente es buena, porque como decía su abuela “el amor y la verdad siempre triunfan”. Quizás si todos hiciéramos la misma reflexión, el mundo realmente sería más feliz.

Seguía el repertorio con “La Maza” donde ofrece su versión de una de las canciones más importantes de uno de los cantautores de referencia de la artista, el cubano Silvio Rodríguez, para tocar entonces “Loba”, “Que No, Que No”, “Vivir” y “El día que yo me muera”.

Volvía a confesarse ROZALÉN, y afirmaba que en este disco están las canciones que han sido más difíciles de componer y de interpretar, pero la más difícil de todas es “Amiga”, que le dedica a su inseparable Beatriz Romero mientras se funden en un abrazo encima del escenario.”

A partir de ahí el público pudo disfrutar de “Me Arrepiento”, “Tu Nombre”, “80 Veces”, “Saltan Chispas”, “vuelves”, “Comiéndote a Besos”, “Y Busqué”.

Tras una pausa muy breve, ROZALÉN se despedía con los esperados “La Puerta Violeta” y “Girasoles”, y cerraba definitivamente el concierto con “El Paso del Tiempo”.

Pero antes había tiempo de presentar a sus músicos, a su banda, a sus amigos; Álvaro Gandul, Samuel Vidal, Ismael Guijarro, Goyo García, Tete Moragón, Oliver Martínez, y por supuesto Beatriz Romero, acompañan a ROZALÉN en este mágico viaje en el que convierten el concierto en una fiesta sobre el escenario, y en el que su alegría invade todo el ambiente, recordando en algunos momentos a los espectáculos clásicos de circo, donde todos los actores representan un caos ordenado y milimétricamente pensado para hacer sentir al espectador en un lugar imaginario donde todo es posible.

GALERÍA DE IMÁGENES

*Fotos de Juan Sáez

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