Nuevo artículo de Pascual Andrés Tévar
En estos días de diciembre de 2021 cuando hablamos de la TERCERA DOSIS de la vacuna para protegernos del Covid-19, nos preguntamos si hemos sido capaces de asimilar todos los episodios y vivencias en esta larga historia, combatiendo contra el virus, contra nuestras costumbres, y hasta con nosotros mismos. Tal vez, es la sensación que tengo, de que no hemos sabido entender del todo, las secuelas que nos ha ido dejando, y lo que significa la TERCERA DOSIS, con sentido solidario. Entonces tenemos que empezar a preguntarnos ¿por qué hay que vacunarse ¿ Y tal vez vayamos encontrando respuestas, cada uno a su manera. Que la vacuna es un medio para protegernos a nosotros mismos, pero sobre todo, y ahí está la clave, para proteger a los demás, empezando por nuestra familia, por nuestros amigos y amigas, por el respeto a la libertad de convivir, y de
compartir cada momento de la vida. Sin entrar en debates políticos, y científicos, y echando mano del sentido común, tal vez, llegaremos a la conclusión, que ante esta pandemia del Covid-19, y en lenguaje castizo ,no hay más cojones, que protegerse, y por ahora, esa protección se llama VACUNA, en cualquiera de sus dosis, y momentos. Así pues, si nos hemos puesto las dosis que nos han ido aplicando en el tiempo, y los CIENTIFICOS
que han trabajado duro, y merecen todo el respeto y el reconocimiento por un buen trabajo, nos informan que es necesaria la TERCERA DOSIS, habrá que ser consecuentes. Y es así, porque si saltamos el asqueroso egoísmo que nos acompaña siempre, y pensamos, que a veces nos cuenta un mundo pensar en los demás, seremos capaces de descubrir, que por ahora, no existen más alternativas, que ponerse la vacuna en las dosis que sean necesarias. Reflexionemos, y nos preguntemos a nosotros mismos ¿queremos de esta convivencia con el virus, que nos mediatiza en todos los sentidos, o queremos salir de verdad? Pues, guardemos en un cajón de nuestra memoria, los egoísmos y las falsas pretensiones, y dejemos que nos protejan del virus, en todas sus consecuencias, con la TERCERA DOSIS, las que sean necesarias en el futuro. Los argumentos son contundentes, porque la pandemia del Covid-19, no nos deja ver con
claridad donde estamos, y donde tenemos que llegar: No hay libertad de relacionarse con todas sus consecuencias. No hay libertad de mirar a cara descubierta. No hay libertad de caminar con el rostro limpio No hay libertad para los besos y los abrazos sin límites Tal vez, y aún tardaremos mucho tiempo en entender, lo que has ha cambiado la vida esta
pandemia, pero ya va siendo hora, que nos enfrentemos, salvando miedos, a nosotros mismos.
Y seamos capaces de sincerarnos, que nos estamos acostumbrando a refugiarnos en la terapia del conformismo. Si de verdad queremos salir de esta pandemia, hagamos caso, y pongámonos las VACUNAS, y
voy más allá, seamos capaces, de empujar con nuestra actitud convencida, que hoy por hoy, vacunarse es el único camino para salir de este largo y oscuro túnel.
Así que, llevando este debate al terreno de nuestras vidas diarias, en casa, con la familia, en el trabajo, en la peña, en nuestros queridos bares y restaurantes, en nuestras calles, en nuestras parques, en nuestros comercios, en nuestros polígonos industriales, en nuestros talleres, en
nuestros establecimientos de todas las formas y posibilidades imaginables y por imaginar , en nuestros periódicos, en nuestro cines, en nuestros estadios, en nuestras asesorías, en nuestros pabellones de todos los deportes, en nuestros andares por los carriles bici, y por cualquier
lugar…… Y en todas las rutinas de cada día, con los esfuerzos que nos van a exigir los retos a superar, y trabajar sin descanso como metas a cumplir. Y sonreír sin prisas, y buscar, por mucho que cueste el sentir solidario, responsable,……y libre, de que podemos salir del miedo. Y superar, todas las barreras, y los sacrificios necesarios, para salir de las incertidumbres y de las dudas.
Y recuperar en todos los sentidos, sin límites a la imaginación, la convivencia, los abrazos y los besos, bajo a increíble luz mediterránea.