Pascual Andrés Tévar nos envía un nuevo artículo propio

En estos tiempos tan complejos de pandemia y ansiedades de 12-2021, es todavía más difícil centrarse en el camino a seguir, por lo que se hace necesario, diría más, vital, descubrir los MENSAJES que la vida de cada día nos transmite, y que no llegamos a descubrir del todo a
tiempo.
En consecuencia, se hace vital, que nos pongamos a la tarea, como si fuéramos detectives, para ser capaces de descubrir cuáles son los MENSAJES, que de verdad nos van a ayudar a continuar con moral suficiente, en el duro camino de cada día.
Es un mensaje a descubrir, porqué protagonizamos vivencias intensas con la compañera de la vida, y recurrimos a la paciencia, para intentar razonar los problemas y los retos de cada día, dialogando, sin prisas innecesarias, antes de desesperarse en encontrar soluciones con
precipitación. Porque en la mayoría de los casos, las soluciones están en dialogar, y razonar, en saber tener la paciencia necesaria, y la fe, en descubrir a tiempo, sin entrar en la desesperación y angustia. Y que el modo de buscarlas, es imponer la serenidad desde inicio, que nos señala cual es el camino a seguir, salvando todas las dudas.
Así que, cuando las noticias de los medios de comunicación nos invadan y agobien de datos , de imágenes , y de miedos, tal vez, entre todos los mensajes amenazantes , hay, que ponerse a investigar , que existen luces positivas, a las que aferrarse, y en las que no hemos sido capaces de detenernos. Como es que hay ciudadanos y ciudadanas, que se comportan con sentido común, que piensa en lo colectivo, y que son solidarios y responsables, en cada uno de sus actos.
Es mensaje positivo a descubrir, cuando cada día acudimos a nuestro trabajo, y somos capaces, de autoimponernos, como norma de vida, los protocolos y los cuidados, en lo individual y en lo colectivo. Y lo sabemos aplicar a rajatabla con las personas que visitan nuestra empresa. De
alguna manera, y a pesar de todas las dudas y temores, sacamos el espíritu solidario, y lo intentamos transmitir como parte de nuestro trabajo.
Es mensaje positivo a descubrir, cuando vamos a la Peña, a vivir el partido de nuestro Equipo del alma, no descuidar la protección, y el respeto a la convivencia que la pandemia nos impone. Y con el sentido responsable, no nos dejamos invadir por relajaciones, por causa de nuestra
tensión y liberación, que el partido nos transmite.
Es mensaje positivo, cuando vamos a nuestros queridos bares y restaurantes, no perder la calma, y saber interpretar las normas del pasaporte covid, las distancias, los protocolos, y las mascarillas, como parte sustancial y vital, de poder, por ahora, relacionarnos, y convivir con los
buenos momentos y sensaciones.
Es mensaje positivo, ver una vez por semana a la hija, que viene del piso tutelado, y poder compartir buenos e intensos momentos, sin perder el norte de los cuidados, y la mascarilla, y evitar los descuidos innecesarios.
Y auto convencernos que se pueden disfrutar de los momentos, aunque sean escasos, si sabemos interpretarlos con sentido común y responsable,
aunque cueste, siempre, entenderlos.
Es mensaje positivo, caminar, y correr, por nuestras queridas calles y rutas sanvicenteras, y llevar a cuestas la mascarilla, por muy liberados que nos sintamos, si nos identificamos con la responsabilidad de pensar, que somos parte de la convivencia ciudadana, y que lo hacemos, pensando en compartir, y en convivir con sentido solidario, y responsable, que muchas veces, lo dejamos olvidados, por nuestras ansiedades egoístas e irresponsables.
Así que, reflexionando, por mucho que nos cueste, ejerciendo de verdad, nuestra faceta de detectives constantes y silenciosos, y buscando entre los árboles que no nos dejan ver el bosque, seamos capaces, por muchas dudas y desesperanza que nos invada, que vamos a intentar ir descubriendo, en el camino de cada amanecer, envueltos y disfrazados de muchas divagaciones, que nos enturbian, que los buenos MENSAJES, están ahí. Así pues, es necesario, descubrirlos, porque nos ponen a salvo de las depresiones, que no nos dejan pensar y compartir, y son
capaces de llevarnos en volandas, a sonreír, bajo la increíble luz mediterránea.