El día donde todo el protagonismo es para los animales: San Antón. Tras no celebrarse en 2021, los sanvicenteros podrán llevar a sus mascotas a recibir la tradicional bendición el próximo domingo 23 de enero.

La jornada comenzará en el solar de la Inmaculada con la primera bendición. Éste será el punto de concentración de los caballos donde recibirán la bendición por parte del párroco de la Iglesia La Inmaculada. A continuación, a las 12.30 horas, los curas de la parroquia San Vicente Ferrer irán recibiendo y bendiciendo al resto de animales en la plaza de España.

Aquí estarán presentes los cargos de las diferentes entidades festeras y la Comisión Municipal de Fiestas, junto con las Reinas y Cortes, serán los encargados de repartir las tradicionales medallas y bollos. También se realizará una rifa entre los y las asistentes y el afortunado recibirá  un lote de productos cárnicos porcinos.

La concejalía de fiestas y la comisión Municipal de Fiestas están ultimando los detalles para que todo salga como de costumbre. La concejal Asun París, ha destacado que “se cumplirán las medidas sanitarias y la distancia social”, asegurando que “debemos de seguir realizando actos y eventos que tenemos programados con responsabilidad pero también con normalidad”. Se llevará a cabo un dispositivo policial con ayuda de protección civil para controlar cualquier posible anomalía.

LADILLO: ¿San Antón patrón de los animales?

Existen numerosas leyendas y relatos alrededor de San Antonio Abad, conocido popularmente como San Antón. Fue un monje cristiano, nacido hacia el año 250 d.C. en Egipto, en la orilla izquierda del Nilo. Se le atribuyen multitud de prodigios y curaciones milagrosas.

Una de las muchas leyendas populares cuenta que San Antón se encontró con una cerda y su pequeño gorrinillo enfermo, lo bendijo y lo curó.  De estas hazañas se deduciría la devoción que llevaría a convertirlo en patrón de los animales domésticos.

Y de aquí viene que antaño, durante las celebraciones se sorteara un cerdo, tradición que se realizaba en San Vicente y que ha evolucionado hacia la rifa de productos cárnicos.