Pascual Andrés Tévar nos envía un nuevo artículo

En estos tiempos donde parece que nos hemos empeñado en arrinconar al baúl de los olvidos
la pandemia y sus secuelas, y solo importa vivir, y disfrutar. Y por otra parte, nos sentimos
invadidos, y sacudidos, por la situación de la guerra en UCRANIA, y estamos en el desenfrenado
debate, de no saber hacia dónde van nuestros destinos, en lo individual, y en lo colectivo. Y es
en este tiempo de valores cuestionados, cuando se hace más necesario, yo diría, imprescindible,
que hagamos algunas reflexiones, para ubicarnos, en todas sus consecuencias, en el complejo
mundo que vivimos.
Es necesario reflexionar, sobre la locura colectiva, de salir y disfrutar, como si no existiera un
mañana, hacia donde sea, y como sea, la cuestión es dejarnos llevar de esa locura de disfrutar,
porque se han abierto las fronteras en todos los sentidos. Y si no puedo ir hacia fuera de nuestro
país, me quedo aquí, saliendo de nuestros hogares, aunque sea un rato, con el fondo de
desahogarme y quitarme las secuelas de las restricciones de dos años de pandemia. Y la
moderación la dejamos a un lado, la cuestión es pasarlo bien, gastar más de lo necesario por los
precios disparados, sin importar nada más, aunque sabemos que luego pagaremos las
consecuencias, pero eso es otra historia.
Es necesario reflexionar, si en la busca del desahogo y la diversión, nos hemos dejado atrás la
solidaridad bien entendida. Porque viene bien, pensar de vez en cuando en los demás, y tratar
de colaborar, cuando hay tantos frentes donde hace falta, dentro de nuestras posibilidades, a
contribuir ante el reto de los que necesitan nuestra ayuda, empezando por la guerra de
UCRANIA, y transportándose a tantas causas, que a través de la organizaciones solidarias
podemos aportar, nuestro pequeño grano de arena solidario.
Es necesario reflexionar, si entre tantas sospechas de las incertidumbres económicas, políticas,
y sobre todo humanas, nos estamos poniendo al lado de pasar desapercibidos. Y se abre la
cuestión crucial de plantearnos seriamente, que todos somos necesarios, para ganar palmo a
palmo el futuro día a día, con nuestro trabajo, y con nuestras vivencias de ciudadanos y
ciudadanas libres y responsables al mismo tiempo.
Es necesario reflexionar, que ahora echamos tanto de menos, esos líderes con carisma, que nos
ayudaban a seguir el camino en lo individual y colectivo, que pongamos todos los sentidos, para
no perdernos en los debates de culpables. Y buscar los caminos de colaboración, para luchar, y
superarnos, para ganar, y compartir, el futuro, juntos.
Es necesario reflexionar, como decía el filósofo, de que, yo soy yo y mi circunstancia, y en esa
circunstancia, caben todas las posibilidades, para salir de nuestros egoísmos estrechos, y abrirse
un poco al mundo. Tal vez, y nunca va a ser tarde, de busquemos de verdad para encontrar ese
ser, que llevamos tan dentro, que no sabemos dónde está, pero que existe, y que por arte de
esa magia que es la humildad, nos puede cambiar la vida, a nosotros, y con quienes la
compartimos.
Es necesario reflexionar, que no podemos permitirnos pasar desapercibidos, como si la
situaciones históricas, de cada día no fueran con nosotros, porque queremos o no queramos,
somos parte de la historia de los tiempos que nos tocan vivir. Y tenemos que involucrarnos, a
nuestra manera, pero aportar, a través de nuestro trabajo, de nuestra convivencia, de nuestras pasiones, pero estar, de alguna forma, y en serio, con la historia, que tenemos que construir
entre todos y todas.
Así que inmerso, en estas reflexiones y debates , se abren todas las posibilidades, de ganar la
batalla a la desesperanza, a las angustias existenciales, a las soledades egoístas, al sufrimiento,
a la insolidaridad, y al mismo tiempo, que seamos capaces de encontrar, más a menudo, los
motivos para ser solidarios, para ser pacientes, para ser buen ciudadano y ciudadana, para ser
comprensivo, para ser tolerante, para saber sonreír desde dentro y desde fuera, y ,en definitiva,
para saber vivir y dejar vivir, bajo la increíble luz mediterránea.