Som El Campello / Yeray Vergara
María José Climent nos habla de cómo era el fútbol en su época y todo lo que ha evolucionado. Hablamos con una de las primeras futbolistas que jugo la Copa de la Reina, una campellera que empezó a jugar a fútbol a los siete años y todavía si una pelota pasa cerca de ella da algunos toques.
¿Cómo comenzó tu afición por el fútbol?
Desde pequeña con siete y ocho años ya jugaba al fútbol en la calle con Félix Palomares, otro gran futbolista campellero al que todos conocéis y algunos otros chicos, todos vecinos del Carrer La Mar.
¿Cuáles son tus primeros pasos en el fútbol?
Como he dicho antes, en la calle; más tarde en el equipo del Barrio Bony que entrenaba Germán.
¿Cómo recuerdas el fútbol en El Campello de antes?
Recuerdo los partidos que se jugaban en el campo del Carmen, los veía todos, porque desde siempre me ha entusiasmado el fútbol. Aunque ya sabía que al fútbol solo podían jugar los hombres.
Después juegas en el RCD Espanyol y en el Hércules Femenino de los años 70, ¿Qué recuerdas de Barcelona y del Hércules?
También jugué en el Eleval de Carcaixent y con la discoteca Canal de Valencia. Para mí jugar en el Hércules Femenino fue alucinante, hasta el tercer partido no me lo creí. Todas las compañeras me acogieron con mucho cariño, reinaba un ambiente de compañerismo y familiaridad, era todo muy cercano y estábamos muy unidos. No hay que olvidar a “poca chica”, nuestro masajista y al señor Pedro y su señora, los encargados de que el material estuviera siempre impoluto. Al frente de todo nuestro querido míster Enrique Vidal Pastor, ¡Un Crack! Con el Espanyol, ya fue el siguiente nivel, estaba más cuajada como futbolista. Estuve tres temporadas y con ellas llegue a jugar la primera copa de la Reina en Tarragona que ganó el Karbo de la Coruña
¿Qué es lo que más te impresionó de esa época?
Las ganas y el entusiasmo que le poníamos a todo. Unas auténticas luchadoras.
¿Cómo fue el cambio de jugar en El Campello a estar en otros clubes?
Brutal, absolutamente brutal. En Campello no teníamos apoyo de ningún tipo. El fútbol era de hombres y para hombres. Afortunadamente todo ha cambiado para el bien de todos. Ahora apoyan más al fútbol femenino y sobre todo al base que es muy importante de cara al futuro.
¿Como ha cambiado el fútbol femenino en España desde que tu jugaste ahora?
Ha cambiado mucho, antes era todo muy espartano, desde los campos de fútbol en los que teníamos que jugar hasta los vestuarios. La lucha continua para buscar sponsor y la gente que nos veía no nos tomaba en serio, pero nosotras sí y seguíamos dándolo todo en cada partido.
Ahora es todo un poco más fácil, parece que la federación nos tiene en cuenta y eso ayuda bastante para conseguir el nivel que se merece el fútbol femenino.
¿Hace falta más visibilidad?
La prensa, la radio y la televisión se han implicado bastante y es indudable que ahora hay mucha más visibilidad que antes. Yo diría que lo que hace falta es más igualdad en el tema económico porque es un deporte a tiempo completo, que te exige mucho física y mentalmente, por eso si tienes que trabajar para poder subsistir es difícil ser profesional del fútbol femenino y el deporte en general.
¿Qué le dirías a las nuevas generaciones de futbolistas que están saliendo en las categorías inferiores de los clubes?
Les diría que es un deporte apasionante y que si les gusta sigan luchando para conseguir sus metas porque sus valores morales que da el trabajo en equipo como son el compañerismo, la amistad, el valor y coraje, el tesón y la constancia van a ser importante a lo largo de su vida.