El día comenzó con disparos de arcabucería que ya presagiaban lo que iba a ser una batalla cruenta y sangrienta.
Poco más tarde de las 11:30, llegaban frente al castillo el embajador cristiano Adrián Soro, la abanderada cristiana María José Soler y los capitanes María Dolores Vizcaíno y Rubén Ortiz para arrebatar el castillo de las manos de Silvia Vidal, Alejandro Sánchez, Carol Manzanaro y Sergio V. Gomis.
Una batalla feroz que dio paso a los parlamentos de ambos embajadores y donde el embajador cristiano alentó a los campelleros a recuperar el castillo no sin antes los moros ofrecer resistencia. Así, tras una gran batalla, las tropas cristianas ondeaban la bandera cristiana en el castillo, poniendo fin al mandato moro y con un gran juego de fuegos artificiales y entre gran confeti se daba por concluida la embajada cristiana.