Un año más, y sin faltar a su cita, “El Vell i la Vella” vuelven a la casa del “Saboner i el Castanyo” situada en el Carrer de la Séquia nº34 de Mutxamel. ¿Su intención? Recordarnos que estamos en el cuarto miércoles de Cuaresma y, al mismo tiempo, para disfrutar de su almorçaret típic, un menú austero y sencillo compuesto por dos huevos, una ñora frita, sardinas saladas, olivas y habas tiernas de Mutxamel.
El alcalde, Sebastián Cañadas, acompañado por la concejala de Turismo Inmaculada Pérez y el Concejal de Cultura Rafael García han acudido a visitarlos. A su llegada, han podido comprobar como “El Vell i la Vella”, junto a su leal mascota, tenían preparado su manjar junto al olivo que les servía para refugiarse un poco del sol, mientras reciben a los visitantes. Al mismo tiempo han felicitado a Vicent “El Saboner” por su gran labor manteniendo esta tradición en el municipio. “El Vell i la Vella”
“El Vell i la Vella” son dos muñecos viejecitos que, en mitad de la Cuaresma, vienen a recordarnos que la necesidad de desprenderse de lo viejo y renovarse ante inminente llegada de la Semana Santa y de la Pascua. Es, precisamente, la Pascua una fecha importante para Mutxamel, un pueblo tradicionalmente agrícola, donde arrancan los mejores tiempos para la cosecha.
Estos viejecitos están sentados tras una mesa, donde degustan un menú austero y sencillo, pero muy suculento. Vestidos de negro, con boina y pañuelo en la cabeza, y rodeados de manjares de la Huerta, son un elemento indispensable en las tradiciones de Mutxamel. Fue la familia de Antonio Alberola, ‘Tonet Camissó’ y Manuela Vargas quienes decidieron recuperarla y para ello contaron con la ayuda del artista Francisco Bernabeu, ‘El Pintoret’. Ellos realizaron los muñecos que actualmente se exponen, gracias al trabajo de Vicent ‘El Saboner’.
En un día como hoy, “El Vell i la Vella” nos obligan a recordar que:
Hui és un bon dia per a eixir al carrer,
prende una mica el sol i xarrar amb la gent.
Un Vell i una vella seuen al “paseo” (Enguany, al carrer la Séquia nº34)
per fer vore com va la Quaresma
a tots els “mutxameleros”.
He de dir-vos una cosa, per considerat,
a mi em diuen Juliano i a la meua doma Empar.
M´han avisat al migdia, treballant al bancal:
“Arrima´t a casa d´Antoni (Enguany, a casa del “Saboner i el Castanyo”
que et volen fer un regal”.
Així he vingut corrent,
amb el Barret dels diumenges, amb aquesta vella dona
que no li queden dentetes.
Només són quaranta diez el que dura la Quaresma
que és temps d´almoina, sacrifici i penitència.
Aneu amb compte els divendres al menjar,
feu-vos una perola d´anxovetes i bacallar.
Jo no sé el que vosaltres penseu
però el Vell i vella vos diuen:
Adéu
