Pascual Andrés Tévar

Estamos inmersos en las elecciones municipales y autonómicas de 28 de mayo de 2023, y
entiendo necesario reflexionar sobre un debate con nosotros mismos, y con todo lo que nos
rodea y amenaza nuestra serenidad cada día.
Para empezar, me alejo diametralmente de cualquier partido político, porque estos, bastante
tienen con sus debates internos, externos, con su programa y con toda la parafernalia, para
tratar de convencer, de lo que ellos y ellas nunca están ni estuvieron convencidos. Y allá cada
cual, que se lo crea, o que intente creérselo, porque tiene un problema existencial, pero ese es
otro debate.
En época de elecciones, los candidatos y candidatas, incluidos en las lista de cada partido,
acompañados por sus equipos, se parten el pecho, o al menos nos dicen que lo intentan, para
intentar convencernos, de que es posible, en cuatro años cambiar nuestra ciudad, y hasta darnos
a entender que existe un nuevo y brillante futuro. Y solo tenemos la prueba de unas bonitas
frases en un colorido programa electoral. Y las buenas intenciones. Y no hay una base sólida, y
un estudio serio, concienzudo y riguroso, que lo sustente. Por lo que al final, es toda palabrería
y buenas intenciones.
En época de elecciones, los candidatos y candidatas, se les ocurren, visitar en persona, visitar
determinados establecimientos estratégicos, y si es posible, acompañados, de una figura
relevante del partido a nivel autonómico, para hacerse ver, y tratar de mostrar lo cercanos que
son a los ciudadanos y ciudadanas, cuando todos y todas sabemos, a ciencia cierta, que no
pondrán un solo pie más, en estos establecimientos visitados en los próximos cuatro años. Se
necesita tener cara dura, para hacernos ver, que cerca están de los ciudadanos y ciudadanas,
cuando no son capaces, muchas veces, de saludar con cariño, cuando te los cruzas, un día
cualquiera, en una calle cualquiera de nuestro querido San Vicente del Raspeig.
En época de elecciones, los políticos y las políticas, se inventan las fiestas, los pasacalles, y otras
historias, para intentar hacernos ver, que todo va por buen camino, que todo está controlado, y
que el voto, al partido que representan es el único útil. Y que los demás, no merecen ese honor,
y que no perdamos el tiempo en escucharlos, y en acudir a sus mítines. Es como si intentaran
transmitirnos, que debemos elegir su partido, y olvidarnos de todos los demás. Es decir, jugar a
la teoría del descarte, y a concentrarnos, en el partido que nos están inculcando de todas las
formas posibles.
En época de elecciones, los políticos y las políticas, nos intentan transmitir a sangre y fuego, que
no existe futuro, fuera de su partido, y que todos y todas los demás, no tienen garantía y
confianza como la que ellos nos van a dar. Al final, nuestro voto, es el tesoro mejor valorado pos
los partidos políticos, y lo utilizan como un aval, para exigir compensación, en la formación de
los respectivos gobiernos, municipales ya autonómicos. En definitiva, es pasar a otra etapa, en
relación a elegir a los representantes locales y autonómicos, y entonces, se pondrán en marcha
las presiones, en todas sus facetas, para intentar, que cada partido, utilice, sus armas y sus
presiones, y sus habilidades negociadoras, para conseguir representantes, sin importarles las
metas, sino los nombramientos. Y lo demás vendrá por añadidura. Y allá cada cual, con su
conciencia, y sus consecuencias. Pero esa, es otra historia.
En época de elecciones, te llevan a casa, a través del buzoneo, todas las invitaciones de los
partidos, con las papeletas preparadas, para que no te las llaves puestas y preparada, en el
momento de las votaciones. Es como si quisieran que jugaras en casa, a solas, o en familia, a las
cartas, y eligieras el sobre, con el que vas a ir a votar. Eso sí, rompiendo todos los demás, para
que te quedes con el elegido. Es como, si te invitaran a jugar a la suerte de elegir el sobre que el
partido espera con ansiedad.
En época de elecciones, vienen las jornadas festivas, y las organizaciones de eventos, para
transmitir con los discursos, y las músicas, la invitación a elegir su partido. Y tal vez, lo de menos,
es explicar con palabras sencillas, y con mensajes claros, que es lo que quieren hacer, y como lo
van a conseguir. Porque al fin y al cabo, lo que cuenta, es transmitir las buenas y sensacionales
intenciones. Luego, se excusaran en la falta de presupuesto, y de apoyo, y otras historias, pero
si han sido elegidos, es lo que cuenta. Y el paso, de los años, lo disimula todo, y tienen tiempo
para buscar la excusa perfecta, para justificar el incumplimiento.
Así que, queridos ciudadanos y ciudadanas, intentar, en esta inmensa jungla, de la época de
elecciones, tener un rato a solas, con vosotros y vosotras mismas, y reflexionar de verdad, que
queremos hacer con nuestro voto . Y en libertad, y en conciencia, y en responsabilidad, intentar
elegir el destino de vuestro voto, alejado de la palabra útil, y tratando de construir entre todos
y todas, nuestro futuro común, con ilusión, y con fe, bajo la increíble luz mediterránea.