Artículo de Serafín Serrano (Criminólogo)
Nuestros hijos están expuestos a una serie de peligros en internet. Ciberacoso, grooming, sextorsión o adicción al juego online son sólo algunos de los problemas de los adolescentes derivados del excesivo uso de la tecnología, según un reciente informe de UNICEF.
En este artículo exploraremos algunos de esos peligros a los que se enfrentan nuestros hijos en internet, la importancia de estar informados y de mantener una comunicación abierta con ellos, proporcionando consejos prácticos que nos ayuden a favorecer un entorno más seguro. Por ello, y antes de entregar a nuestro hijo o hija un teléfono móvil con acceso a internet, deberíamos saber:
1. El ciberbulling o acoso en la red es una forma de violencia a través de redes sociales o plataformas de mensajería. Los padres debemos educar a nuestros hijos sobre ello, alentándolos a informar de cualquier incidente y bloquear a las personas que los acosan.
2. Es muy posible que nuestros hijos accedan contenido inapropiado en internet, como material violento o pornografía. Existen numerosas herramientas de control parental que permiten filtrar contenido, establecer límites de tiempo y monitorear su actividad para identificar posibles riesgos que permita abordarlos a tiempo.
3. El grooming es el proceso de relación de confianza, realizado por un adulto con un menor, con el objetivo de abusar de él. Debemos informar a nuestros hijos sobre este peligro y enfatizar la importancia de no compartir información o fotos íntimas con desconocidos… que les podría llevar a situaciones de chantaje o humillación.
4. El sexting es el envío de imágenes o mensajes de contenido sexualmente explícito y un problema creciente entre los adolescentes. Es crucial hablar abiertamente con nuestros hijos sobre el riesgo que conlleva e informales que enviar o compartir imágenes comprometedoras de terceras personas es un delito.
5. Las redes sociales pueden ser una plataforma para la comisión de todo lo previo. Por tanto supervisemos la actividad de nuestros hijos en las mismas y no temamos establecer límites de tiempo. Promovamos un comportamiento responsable al aconsejarles configurar sus perfiles de manera privada y ser selectivos con las peticiones de amistad. Deben entender la importancia de proteger su información personal, evitando dar su nombre completo o número de teléfono a desconocidos y, desde luego, no encontrarse con personas que acaben de conocer sin la supervisión de un adulto de confianza.
Conclusión: Mediante la educación, el establecimiento de límites claros y el uso de herramientas de control parental podemos ayudar a nuestros hijos a navegar de manera segura por el mundo digital. Fomentemos una comunicación abierta para que se sientan cómodos informándonos de cualquier comportamiento inapropiado con el que se encuentren. Y, sobre todo, fomentemos un ambiente de seguridad y empatía en casa, para que en todo momento se sientan respaldados.
