Sant Joan volvió a lanzar deseos a los dioses en la noche más mágica del año. La tradicional hoguera de trastos viejos ardió sin contemplaciones en la Nit de Sant Joan, ante la presencia de decenas de personas que esperaron pacientes a que la montonera de maderas, enseres, y muebles, acompañados de recuerdos escritos en papel, se convirtieran en cenizas.
Anoche se cumplieron 35 años desde que el que fuera cronista oficial de Sant Joan, Isidro Buades, recuperara una tradición muy presente en poblaciones cercanas al Mediterráneo. Desde el año pasado, al fallecer Isidro Buades, la Comisión de Fiestas de Hogueras de Sant Joan d’Alacant le dedicó este acto a su impulsor, un luchador en la defensa de las tradiciones locales.
Un acto que no hubiera sido posible sin la colaboración del Consorcio de Bomberos.
Noche de ritos y de renovar esperanzas gracias al fuego, el agua, la tierra y el aire.