Serafín Serrano (Criminólogo)
Finalizado el plazo para presentar la declaración de la renta los ciberdelincuentes enfatizan en su particular “campaña” de suplantación, dirigida en esta ocasión contra la Agencia Tributaria. Para ello utilizan técnicas como el phishing (clonado de la página oficial) y la distribución de malware (programa que infecta los ordenadores de los usuarios que lo descargan).
Si recibimos un correo electrónico cuyo remitente, aparentemente, es la Agencia Tributaria, debemos prestar especial atención al dominio o dirección del remitente, que no guardará relación con la AEAT, y al contenido, cuya redacción aparenta una urgencia que motive a la víctima a llevar a cabo las acciones solicitadas, además de presentar errores de ortografía y redacción.
Los mensajes identificados como “más frecuentes” son aquellos que alertan al usuario sobre un error en la documentación que en su momento adjuntó a su declaración, y que ha resultado inválida, o los que informan de un reembolso de liquidación fiscal.
El objetivo último de estos correos es que el destinatario pulse sobre el enlace existente en texto o, directamente, descargue el “archivo adjunto”. Ambos procedimientos facilitan la descarga de ese malware al que hacíamos referencia que infecte el dispositivo creando un “agujero” en el sistema por el que robar nuestros datos bancarios. Es el delito conocido como «carding».
Otro método es el envío de un SMS en el que, para recibir la devolución de la renta, sólo tendremos que “pinchar” sobre el enlace que facilita.
En el supuesto de recibir alguno de estos mensajes (SMS o email) debemos, directamente, bloquear o marcar como spam y borrarlo.
Si hemos llegado a descargar el archivo, pero no a ejecutarlo, debemos eliminarlo tanto de la carpeta de descargas como de la papelera de reciclaje.
Y si hemos cometido el desacierto de descargar y ejecutar ese archivo… es muy importante desconectar el dispositivo de la red, ejecutar un antivirus y realizar un análisis completo del sistema, asegurándonos de que esté actualizado.
Si el dispositivo aún sigue infectado podemos considerar la opción de formatear o restablecer el equipo para desinfectarlo, aunque lo más aconsejable es llevarlo a un profesional. En todo caso se evidencia la conveniencia y necesidad de realizar copias de seguridad periódicas para salvaguardar los archivos importantes.
Y por último debemos conservar pruebas, como capturas de pantalla y el correo electrónico fraudulento, en caso de que decidamos presentar una denuncia ante la Guardia Civil o Policía Nacional.