Serafín Serrano. Criminólogo
Los ciberdelincuentes no se toman vacaciones en verano. Tan sólo hace unos días se ha detectado una campaña de envío masivo de correos electrónicos fraudulentos (phishing) en los que se suplanta la identidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil). En los mismos se extorsiona y acusa a sus destinatarios de haber cometido una serie de delitos graves, adjuntando un documento en el que se exige una respuesta que determine su responsabilidad.
El documento adjunto (normalmente un archivo .jpg) presenta apariencia de oficialidad y, con la intención de darle un mayor poder de convicción, figuran, entre otras, identidades reales de altos mandos tanto del Cuerpo Nacional de Policía como de la Guardia Civil. En el mismo podemos observar los logotipos oficiales de ambos cuerpos y/o de organismos internacionales.
De igual modo este documento informa de la monitorización de nuestros dispositivos móviles y la detección de consultas y descargas de material explícito relacionado con la pornografía, la pedofilia, el exhibicionismo y el tráfico sexual. Tras esta imputación se nos conmina a reconocer o rechazar los cargos respondiendo ese mismo correo en el plazo máximo de 72 horas y, en caso de no hacerlo, se emitirá una orden de detención.
Si has recibido un correo electrónico con estas características recomendamos no responder y eliminarlo de inmediato. “Nadie” llevará a cabo las investigaciones que aseveran ni se cumplirán las amenazas mencionadas en el texto. Se trata de un engaño que utiliza tácticas de ingeniería social con el fin de que sigas las instrucciones del ciberdelincuente para proporcionarle información personal. Una respuesta evidenciará que “esa cuenta está viva y has tragado el anzuelo”, facilitándoles continuar con el engaño.
En caso de haber respondido al correo, y recibido indicaciones para facilitar datos personales, deberás recopilar todas las pruebas de las que dispongas, como los correos electrónicos intercambiados, capturas de pantalla o mensajes antes de presentar denuncia por los hechos ante el puesto de la Guardia Civil o Comisaría de Policía.
De igual modo sería interesante supervisar periódicamente qué información hay sobre nosotros en Internet. Esta actividad, conocida como “egosurfing”, podemos desempeñarla con herramientas existentes en la propia red como “Google Alertas”, que nos permitirá detectar qué datos personales están siendo utilizados sin nuestro consentimiento. En el supuesto de localizar información personal que carece de nuestra autorización podremos ejercer lo que se denomina “el derecho al olvido”.