Texto de José Enrique Berrnabeu Pérez
Los españoles hemos votado y las urnas han dado su veredicto. Seriedad en el vencedor y sonrisa en el perdedor. Todo indica que tendremos de nuevo un Gobierno Frankenstein y esta vez ampliado. Nadie lo pone en duda como nadie duda de “los cambios de opinión” de nuestro Presidente. De su deseo de echar raíces en el complejo monclovita, mientras amortiza su colchón y nos muestra su maravillosa “ moto” que algunos se apresuran en comprar sin reparar en el precio a pagar.
Los Españoles hemos decidido , y de ello debemos ser conscientes como de ello seremos responsables. Con nuestra decisión hemos aceptado, como forma de Gobierno, la mentira, el ataque e invasión de las instituciones, el despilfarro, el nepotismo, el ocultismo en la gestión y el decreto en lugar del parlamentarismo. El pisoteo de la constitución y el ataque a valores y tradiciones que han sido sagradas. Con nuestra decisión hemos elevado a los altares la estupidez, el populismo cutre y la banalización de la lengua común y su arrinconamiento. El incumplimiento de la palabra dada. Con nuestra decisión hemos aceptado que el interés de un autócrata narcisista prevalezca sobre el resto de ciudadanos. Que quienes promovieron un golpe de Estado sean indultados tras su “ lo volveremos a hacer”. Con nuestra decisión seguimos aceptando que los gobiernos de España sigan en manos de los que no creen en ella. Que siga habiendo ciudadanos de primera y de segunda. Con nuestra decisión hemos apostado por una sociedad de derechos pero sin aceptar obligaciones. Por una sociedad donde la división y el enfrentamiento se hace cada vez más ostensible. Una sociedad de cordones sanitarios y bloques. Con nuestra decisión hemos cambiado la meritocracia por la estulticia. Hemos aceptado una sociedad de paniaguados y pesebristas, y donde el derecho del delincuente prevalece sobre el del ciudadano honrado. Una sociedad que mientras olvida a las victimas, homenajea a sus verdugos y los lleva a las instituciones . Una sociedad que abomina de la violación de las gallinas mientras suelta violadores y pederastas. Una sociedad que castiga el éxito, el trabajo y el deseo por emprender, mientras encumbra la picaresca y holgazanería. Una sociedad proclive al chiringuito interesado y a la paguita compravotos . Una sociedad subvencionada e intervenida.
Esta también es la España salida de las urnas. La España de la que no se habla cuando se la califica de progresista.
Ahora solo nos queda por ver el mercadeo de los partidos independentistas. Esos a los que, vergonzosamente, la ministra Sra, Montero les reconoce su amor a España. Ahora solo nos queda por ver como el Sr. Sánchez se supera a si mismo y como, durante la nueva legislatura, el Dr. en economía reduce el déficit así como la desorbitada deuda. Y ello cumpliendo con las promesas hechas al ciudadano y a la UE. Y ello sin el paraguas del BCE y sin acrecentar el empobrecimiento de la ciudadanía.
