El pasado domingo 10 de septiembre, la Avenida de La Rambla de Mutxamel volvió a brillar acogiendo el espectacular desfile de la Entrada de Moros y Cristianos.
Esta principal arteria del municipio se encontraba a su máxima capacidad. No se recordaba tanta concurrencia de público en los últimos años y es que, aunque este acto central de las Fiestas de Moros y Cristianos de Mutxamel es un evento destacado en la provincia de Alicante, pareció tomar una dimensión especial al caer en domingo, atrayendo a un más a una multitud de público que no quiso perderse la grandiosidad de esta fiesta.
El evento contó con la presencia de distinguidos representantes políticos de la provincia, destacando la asistencia del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quienes se unieron a la celebración junto a alcaldes de municipios cercanos como San Vicente del Raspeig, Pachi Pascual; El Campello, Juan José Berenguer; Alicante, Luis Barcala; y los concejales Nicolás Lopez, Charo Tomás y David Aracil, representando a Sant Joan d’Alacant.
El desfile comenzó con puntualidad irrumpiendo en La Rambla las comparsas del bando cristiano, Maseros, Piratas, Contrabandistas, Mozarabes, y cerrando esta primera parte el espectacular boato de la comparsa Templarios dedicado a la Conquesta d’Al-Laqant”.
Los templarios nos introdujeron en la Medina de Al-Laqant de los S. VIII-XIII, sus mercados y huertas pasando por el Assut Vell de Mutxamel. Tras pasar por el campamento de Jaume I hizo acto de presencia la Carroza del Abanderado Alejandro Ripoll Vigara, a la que le seguían las águilas del Infante Alfonso i Jaume I y dos banderas gigantes de Castilla y Aragón.
Diferentes infraestructuras arquitectónicas propias de la terreta también irrumpieron como las torres vigías de Lahuerta o el Castell y la característica “Cara del Moro” mientras sonaba la pieza “Ánima i Honor” por la colla “Larraix del Campello. Y por fin la esperada carroza de los capitanes, Juan Miguel Ripoll Vigara y Mariola Amat Lledó cerró un espectacular boato que pasará a la historia de las Fiestas de Mutxamel.
Si este boato nos dejó boquiabiertos no fue para menos el que desplegó la comparsa Abencerrajes. Un arco nos introducía en un jardín árabe en el que sucedían filadas de festeras y festeros luciendo sus mejores galas. El incienso y los manjares nos introducían en la celebración de una tradicional boda a cargo del ballet Naracé que fue muy aplaudida por el público.
Pero tras la celebración se empezaron a escuchar los tambores de guerra y a vislumbrar la torre en la que estaba situado el embajador del bando moro que precedía la carroza del abanderado moro Carlos Alemañy Moltó, un enorme escorpión dorado al que la banda de la Sociedad Musical “La Paz” ponía una banda sonora que ponía los pelos de punta.
Y tras pasar un bosque dorado llegó la impresionante Carroza de los capitanes María Alemañy Moltó y Rafael Alemañy Alemañy que pusieron en pie al público ante tanta solemnidad.
Este desfile de Moros y Cristianos no solo fue un impresionante despliegue de tradición y cultura, sino también un encuentro de celebración dado que a los boatos de las capitanías se unió el de la comparsa Els Pacos que celebraban su centenario. Había una gran expectación por conocer qué es lo que nos iba a ofrecer esta tradicional comparsa y, en verdad, no defraudaron ya que su recreación histórica de la guerra del Rif fue muy aplaudida por el público. También conocimos parte de la historia de la comparsa ya que nos mostraron un recorrido por las
donde la comunidad se unió en un espíritu de celebración y hermandad que quedará grabado en la memoria de todos los presentes. La Entrada de Moros y Cristianos en Mutxamel sigue siendo un evento emblemático que resalta la riqueza cultural de la región y la diversidad de su gente.
