El pasado sábado 8 de junio, en las instalaciones de la finca Jardinade de San Vicente del Raspeig, la generación de 1974 celebró su 50 cumpleaños. Fue un acto con multitud de sorpresas, tal y como nos habían prometido.

No faltaron: la fotógrafa Gema, que captó todos los momentos más emotivos y divertidos del día, la tarta de los 50 años, zona de juegos de su infancia (jugaron a la rayuela), el DJ Rafa que animó con música de los 80 y 90, vídeo sorpresa con fotos del pasado y del presente, mesa de chuches y mucha mucha fiesta y
emoción. De hecho, lo más significativo fue el ambiente que se vivió: emotivo, de alegría, de reencuentros y de recuerdos, lo cual hizo que fuera una tarde-noche especial.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando el grupo de organizadores tomó la palabra para agradecer a todos los presentes, la confianza y la ilusión depositadas. Todos los asistentes destacaron la impecable organización que favoreció que fuera un acto emotivo a la vez que divertido, lo que lo hará inolvidable.

La noche se hizo larga, pero dicen que valió la pena porque no siempre se cumplen 50 años. Al final del día, con abrazos sinceros y promesas de mantener el contacto, los nacidos en 1974, se despidieron con la certeza de que estas reuniones son más que simples eventos sociales; son la celebración de una generación que ha dejado huella y que continuará construyendo historia.

Esta celebración no solo fue un recordatorio de cómo el tiempo nos transforma, sino también de cómo los lazos de amistad y compañerismo pueden perdurar a lo largo de los años, dejando en todos los presentes un recuerdo imborrable de una celebración que no solo marcó un aniversario, sino que reafirmó la importancia de celebrar la vida y las conexiones que nos enriquecen como seres humanos.