Fue el domingo por la noche, y la cosa no acabó como se imaginaba.
Un chico joven, aunque mayor de edad, conducía por las calles de El Campello un vehículo sin disponer del preceptivo permiso, por lo que la Policía Local lo trasladó a la central.
El propio chaval llamó a su padre para contarle lo ocurrido, y éste se personó en las dependencias policiales con el objetivo de recoger su vehículo y a su hijo y volver a casa, pero nada más introducir sus datos en el ordenador, saltó la alarma: sobre el hombre pesaba una orden judicial de búsqueda y detención.
Por supuesto, quedó detenido en ese momento, mientras el chico se enfrenta a la imputación de un delito de conducción sin permiso.