Ayer comenzó la construcción de 15 nuevos nichos en el cementerio municipal de El Campello, absolutamente necesarios ante la falta de espacio para enterramientos una vez que las instalaciones actuales están colmatadas. Según informa las concejalías de Infraestructura Pública y Cementerios que dirige Cristian Palomares, el plazo para ejecutar la obra finaliza el 6 de octubre. Los trabajos, que salieron a licitación el pasado mayo, han sido adjudicados a la mercantil “Construcciones Villanto”, por importe total de 39.646,86 euros.
Con carácter previo, ayer se procedió en el mismo camposanto a la firma del acta de replanteo, acto en el que participaron los representantes legales de la empresa adjudicataria, la alcaldesa en funciones Lourdes Llopis, y el concejal Palomares.
Paralelamente, se trabaja en recuperar espacios para erigir nuevas islas de nichos, mientras avanza la elaboración de un informe para el recuento e informatización de los enterramientos ocupados en la actualidad, dado que no se dispone de un inventario fidedigno de nichos y panteones y ocupantes.
Una vez verificado el recuento, se abrirá un plazo para poner al día el llamado “derecho funerario” de los enterramientos. Ese derecho otorga al titular la conservación de los cadáveres, restos y cenizas, según otorga el Ayuntamiento en forma de concesión de uso de nichos y columbarios.
La intención no es otra que paliar en parte el problema real de espacio. El propio Reglamento tiende a optimizar la capacidad del camposanto, una vez que hay nichos cuya propiedad se desconoce, bien por el tiempo transcurrido o porque se trata de ciudadanos extranjeros enterrados hace décadas sin que se conozca la titularidad de los nichos.
NUEVO CEMENTERIO
El Ayuntamiento, además, está inmerso en la redacción del proyecto para la primera fase de construcción del nuevo cementerio, para el que se han presupuestado 2’5 millones de euros en el Plan de Inversiones aprobado ya con carácter definitivo por el Pleno Municipal.
Los terrenos donde se ubicará ese camposanto ya fueron expropiados por el Ayuntamiento, y pagados de acuerdo al justiprecio acordado con la empresa propietaria, en la partido rural denominada El Corral de la Macoca. Se trata de dos parcelas que suman 91.690 metros cuadrados, elegidas por el Consistorio porque el Plan General de Ordenación Urbana de 1986 las destina a ello, siendo idónea su comunicación, en el margen derecho de la carretera El Campello-Busot.
Los terrenos se localizan en un área geográfica calificada en el Plan General de Ordenación Urbana como Suelo No Urbanizable, destinada a equipamiento público de nueva creación. Según los informes técnicos, está suficientemente acreditado tanto la utilidad pública como el interés social del proyecto.