Hablamos con David Gomis, embajador moro 2024 que nos cuenta sus sensaciones a pocos días de comenzar las fiestas de El Campello.

¿Cuál es la sensación de ser cargo de las fiestas?
Lo describiría como hito en la historia festera que uno se va grabando, con ápices de responsabilidad por el cargo, de lealtad por la Fiesta y por la comparsa que representas, pero como máxima, pondría el honor y el orgullo que todo ello supone. Para mi la Fiesta es una extensión de mi vida personal; no creo que fuera la misma persona que hoy soy si no hubiera crecido en las Fiestas. No sería mejor ni peor, pero sí estoy convencido que no sería la misma. Nací en Fiesta y mis hijos han nacido en Fiesta. Ser por tanto uno de sus representantes, me enorgullece muchísimo.
Cuéntanos tu historia festera
Prácticamente toda mi vida he pertenecido junto a mis padres a la Filà Berebers, o como se llamaba desde su fundación en el año 87, Filà Berebers d’ Aben Razin, perteneciente entonces a la comparsa Els Veterans. Siendo adolescente y durante unos dos-tres años, estuve en la Comparsa Els Maseros. Y en torno al año 2004-05, junto a mi novia por aquél entonces, hoy mi mujer, volví a mi filà natal, la cual había afianzado su nombre como Filà Berebers y perteneciendo ya a Moros Marrocs. Y hoy, siendo ya tres generaciones familiares, aquí sigo, representando a lo que me vió crecer en mi vida festera.
¿Qué le llevó a aceptar el cargo?
Bueno, en realidad, es la comparsa quien acepta a uno cuando se presenta candidato. Pienso, que esa ilusión por presentarte y por representar, en mi caso, el cargo de embajador, es una consecuencia de toda una vida ligada a la Fiesta. Como comento en mi escrito del Llibret de Festes de este año, he vivido la Fiesta desde muchos ámbitos y cada uno de ellos te va marcando, y creo también, que te va enseñando y guiando en tu camino próximo. En esta etapa del camino, había llegado el momento de dar forma a esa ilusión creciente de representar a mi comparsa en el cargo de embajador.
¿Qué significa para ti ser cargo en tus fiestas?
Entiendo la figura de cargo como la principal valedora de las Fiestas. Aquella que debe respetar, transmitir, sentir cada acto. Para mi, un cargo festero, debe ponerse a disposición de las Fiestas para, si cabe y puede, intentar hacerlas más grandes.
¿Cuál es el momento de la fiesta que espera con mayor expectación?
Como decía, es un todo. No podría quedarme con uno. Lo que sí sé es cómo quiero vivir cada uno de ellos; con mi gente, con alegría, con respeto, disfrutando cada uno de los momentos. Y sí, creo que serán las embajadas los dos momentos que me marcarán más intensamente.
¿Siente el respaldo de todo el municipio?
Completamente. Ahora y hace tiempo. He tenido la suerte de sentir el empuje de mucha gente desde hace muchos años; para lo que hoy nos cita, a fin de ostentar el cargo de embajador. Pero también en otros propósitos.
¿Qué mejoraría de las fiestas?
Tenemos unas Fiestas relativamente jóvenes, aunque en muchos de sus vértices muy consolidada. Y eso, nos da capacidad de evolución, pero también seguridad en estos movimientos. Considero que tenemos que adaptarnos a la realidad. Una realidad cada vez más globalizada y que, por tanto, pienso que requiere una mayor accesibilidad a las Fiestas. Y eso pasa, en primer lugar, por trasladarlas a fin de semana. “Una Fiesta es Fiesta por sus festeros”; sí. Por los que trabajan o viven en el municipio y por los que no. Por los que estudian fuera. Por todos. Pero la Fiesta, además, no sería Fiesta sin sus visitantes, sin el aliento de la gente en una entrada, o en una embajada. Son tan necesarios como los propios festeros. Trabajemos por tanto en hacerlas más accesibles. Creo, honestamente, que dentro de una generación, o dos, unas Fiestas en un martes o miércoles laboral, no serán sostenibles.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de las fiestas?
Esta pregunta es la más sencilla. A mi lo que me gusta es vivirlas. Yendo a todos los actos. Pero también, y creo que es imperativamente imprescindible, hacerlo con tu gente, en tu comparsa o en la de un amigo. Charlar y compartir. Y esto último cada vez es más difícil. Es, por contra y muy a mi pesar, una incitación a que muchos festeros elijan una charla en vez de ir a un acto; ambas dos tan necesarias. Creo que tenemos que buscar ese modelo en el que ambas sean compatibles. Y sí, lo hay.
Un deseo para estas fiestas
Que cada uno pueda disfrutar de la Fiesta tal y como la espera. Que todo el trabajo realizado durante el año por todos, y de forma más intensa por las Capitanías, se pueda desarrollar con el mejor de los resultados. Y que cuando éstas acaben, haya, al menos, una persona más entusiasmada por nuestra Fiesta.