Remedios Delosángeles Climent

A veces los regalos nos llegan sin envoltorio. Y es que, no necesariamente tengan que llegar envueltos en papel celofán, con una gran lazada, cuando se es tan deseado.
El Palacete “Villa Marco”, finca modernista del siglo XIX, fue en su día un regalo de Mensieur Renée Bardín a su hija Lolita, según bibliografía y puesta en escena en sus jardines, rememorando aquella “Belle Époc”. En realidad “don mensiuer”, empresario viticultor francés se auto exilio a esta zona más cálida debido a la enfermedad de la filoxera producida por la importación de cepas Americanas que arrasaron los viñedos; las cepas europeas no tenían defensa ante “ el mosquito”, adherido a ellas, importadas del continente Americano, (1832), entrando por Languedoc, Francia.
Pero aquellos fueron unos tiempos en donde el Condado del Fabraquer podía contemplar desde sus jardines y balconadas la veta azul del horizonte marino, casi a sus pies.
Hoy un regalo para el pueblo de El Campello y, como tal debemos cuidarlo. Eso es lo que nos han regalado los medios de comunicación en días de Reyes de este año. Anuncio de una inversión de 323.000 y un largo pico de euros. Aunque no creo que ese monto incluya su reconstrucción interior. No es lo que se ve en el exterior (existen fotografías de hace diez años donde “su corazón “ya se encontraba para una intervención de perentoriedad.
El enclave de Villa Marco es FABRAQUER, no Muchavista. Como hemos leído en redes. Este nombre vino después por tema turístico”. Su nombre original: Platja de l`Horta, desde el Rincón de la Zofra hasta su límite con playa San Juan -Alicante.
Conocimiento de causa: Habiendo sido, mis mayores, colindantes del Palacete, en la partida del Fabraquer, desde niña he sentido un profundo cariño por todo su entorno; sus haciendas y casas de labranza, en su termino de El Campello, es donde germinaron mis raíces paternas con apodo “ don Vicent”, del que me siento muy orgullosa. Sin embargo, a mi pesar, tengo que decir que el Fabraquer siempre ha pasado “de lejos” para los campelleros. Sigue doliéndome, ¿porqué?. Desde pequeña he sido curiosa referente a la historia de mi pueblo. He puesto oídos a los mayores y he tomado apuntes.
Cuando la guerra civil española (1936-39) pocos hombres quedaron en Campello; las embarcaciones que se hallaban faenando se alejaron evitando ser llamados a filas. Los que pescaban en el Atlántico alargaron su regreso. Los que se dedicaban a otros oficios en tierra no tuvieron más remedio que ingresar al zafarrancho de combate. Esta es parte de la historia de Campello.
Mujeres cruzaban a menudo el “ríu sec” visitando las fincas del campo. En el campo había de todo para subsistir. Todo menos lo confiscado para alimentar a las tropas. Muy pocas vecinas del pueblo y barrio de pescadores, llegaban hasta Villa Marco. La primera finca, al subir la cuesta del río seco era la finca de Eduardo Javaloyes (finca Eduardo). Colindante La Sisterneta” explotación ganadera (ganadera- venta de leche) y las denominadas “casitas de España”, fincas menores donde se abastecían de sus propias cosechas y corrales; aves, cochiqueras y cabras.. Leonor Planelles y su esposo Paco” el bello”, cultivaban cítricos, almendros y olivos. Sento “ el don Vicent”y Loreto “ Oliver”, mis abuelos. La familia Ruzafa “ lecheros”. Encarnación “ la alcaldeta”, guardabarrera del paso a nivel del Trenet de la costa en el punto Salesianos. Ella y su hijo cultivaban su huerto para su sustento. La explotación de los pozos de agua de la familia Pérez Jordá. Más cerca de Villa Marco se encontraba otra ganadería, de Rafael Moñinos y Rosario Climent. Todas estas casas de familias del campo eran a menudo visitadas por familias del pueblo en extremas situaciones debido a la escasez. La mayoría, concretamente las del barrio de pescadores hacían trueque con pescado en salazón, otras ni eso tenían. Pero siempre regresaban con “botanas”: ( bolsas confeccionadas con retales de sabanas imposibles de mas remiendos ), llenas de hortalizas y demás frutos… algún que otro conejo o huevos.
De esto el pueblo no se acuerda, tampoco lo han transmitido. Siempre es bueno dejar atrás lo malo vivido y mas por las consecuencias de una guerra fratricida. Sin embargo, los de sangre fabraquera”, a día de hoy nos duele ese desapego- Y aquí entra también Villa Marco. Las fiestas del Fabraquer en honor a la Veje del Roser, en agosto.
Pocos pueden desmentir estas palabras. Lamentablemente es así. Pareciere como si los del antiguo condado del Fabraquer no fuésemos campelleros. Ni que existió su huerta, más allá de lo que cuento. Gracias al Palacete Villa Marco (sobradamente documentado). El buen acierto de sus conciertos (a la espera de retomar) y, el desacierto de mantenerlo en el mas absoluto abandono… unos añitos más y, como la Torre de Reixes y el Convent… Ay el Convent!
Fabraquer tierra del Fondillón donde crece la especulación “cementera y ladrillera”. Donde… de vivir Lolita Bardín ya no observaría la veta azul del Mediterráneo, motivo por el cual, su señor padre adquirió la antigua hacienda convirtiéndola en el palacete que su hija merecía.