Texto de Pascual Andrés Tévar

En este mes de enero 2025 después de un año de jubilación y camino de los 75, empiezo a sentir de verdad, los controles médicos, en todos los sentidos, siento, y pienso, y reflexiono, que mi forma de vivir, está cambiando definitivamente, y no tengo más narices que aceptarlo. Y por otra parte, para no venirme abajo, y pensar en cosas raras, me veo obligado a debatir conmigo mismo, y sentir la vida de otra manera, y conquistar el futuro, meta a meta, y día a día.
Hasta este mes de enero de 2025, concretamente, desde el pasado 16-01-2025, que tuve cita con el Cardiólogo, en el Hospital de San Vicente del Raspeig, y me recetó una pastilla diaria para controlar el colesterol, no tomaba ninguna pastilla por prescripción facultativa de forma diaria, y para mí, era empezar un nuevo desafío, al cual tenía primero que aceptar. Y segundo tener claro, que mi cuerpo, y mi corazón, necesitaban ayuda que por mí solo no podía dársela, con el colesterol por medio, y, desde ahora en adelante.
Por otra parte, desde a los pocos meses de jubilarme, en enero de 2024, la atenta y buena consejera Dra. De Cabecera, del Centro de Salud número 1 de San Vicente del Raspeig, ya comenzó a mentalizarme, que los controles de análisis de todo tipo, iban a empezar a formar parte de mi vida. Y que la nueva rutina, iba a ser como mínimo cada seis meses, salvo sorpresas inesperadas. Con lo cual, mi vida, había cambiado sustancialmente, porque pasó de no visitar el Centro de Salud, más que en algunos casos puntuales, a convertirse en una visita rutinaria, que en consecuencia, seria parte importante de mi tiempo, y de mis angustias existenciales. Pero que no tenía más alternativa, que aceptarlo, para evitar que se complicara con depresiones, y otras historias.
Como consecuencia de los controles médicos, comienzan a concretarse, en lo que me transmite la Dra. De Cabecera, es decir, que era necesario controlar la próstata, por lo que me quita de un plumazo las carnes rojas, que tanto me gustaban, y otras historias alimenticias, que me obligan a cambiar mi forma de comer, y de ver la vida. Así mismo, me recomienda, que el azúcar lo controle, por lo que se establece otra limitación. En consecuencia en unos meses, ya no tenía la libertad de comer lo que quisiera y a mi manera, sino que las normas médicas, me obligaban a cambiar mis hábitos alimenticios, y en consecuencia mis costumbres culinarias, y por ende, mi vida.
Siguiendo con los controles médicos, especialmente con la próstata, la Dra. Cabecera, me envía al Urólogo del Hospital de San Vicente del Raspeig, y previa cita, y otras gestiones burocráticas, me dice, después de revisar mis análisis, que el asunto de la próstata, está como controlado, que no necesito, de momento medicación, pero que el peligro está ahí. Y en consecuencia, quiere que me mentalice, y que de otra vuelta de tuerca, con mis hábitos alimenticios, y bebidas alcohólicas y otras cosas similares. Y de nuevo, siento, que las limitaciones siguen aumentando. Pero por otra parte, pienso, que no van a quitarme, mis visitas a los restaurantes amigos, para mis cositas, y mis tertulias, y otros desahogos con los amigos y colegas, que me dan la vida cada jornada, y forman parte indispensable de mi forma de vivir y compartir cada día.
Pero, como la historia continua, digo, la de los controles médicos. En la última revisión del pasado 04/12/2024, la Dra. De Cabecera, me dice que ha visto algo en el electro, que no lo tiene claro, y en consecuencia, prepara una cita con Cardiología del Hospital de San Vicente del Raspeig, y que me llamarán al móvil, para darme la cita concretamente. Y efectivamente, me llaman, para acudir a Cardiología del Hospital de San Vicente del Raspeig. Y en consecuencia, como he mencionado antes, acudo a la cita el 16/01/2025, y el Cardiólogo, con buena y sosegada atención, y una vez sentado, y supuestamente relajado, me dice que en el electro, da señales de advertencia a vigilar, en los cables eléctricos, como les llama, del corazón, sobre todo en el cable derecho, que obliga a tomar medicación diaria, para el control del colesterol, y otras historias, que es complicado reproducir en palabras sencillas.
Y me manda nuevo control en 03/2025, y si no hay novedades importantes, me volverá a citar para enero de 2026, y me entrega la correspondiente citación por escrito. Y entre tanto, en el transcurso de la visita, me transmite, como el que no quiera la cosa, que la alternativa, en todo caso, podría pasar, por ponerme marcapasos. Con lo cual, otro cambio en la vida, que tengo, quiera o no quiera, que asumir, para otra vuelta de tuerca, para cuidarme, y desafiar al futuro, con las limitaciones por medio. Pero, por otra parte, sigo, cueste lo que cueste, con la lucha y la fe, para seguir viviendo, con la ilusión, y mis historias, y a mi manera, y con el apoyo sin fisuras de la compañera de mi vida, de mi Familia, y de los amigos y amigas, que me dan aliento, cada jornada, para enfrentarme y superar a nuevos retos, a los que no estaba acostumbrado.
Así que, siento el desafío de los controles médicos, y otras historias, pero por otra parte, me siento con fuerza física, y sobre todo mental, para levantarme cada amanecer, con espíritu de lucha y superación, con el sacrificio a cuesta, pero con la ilusión sin límites, más allá de las estrellas, que me transmite, y me empuja, nuestra increíble luz mediterránea.