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El Rey Felipe VI ha presidido en El Campello la ceremonia de inhumación de los restos de Rafael Altamira. Al acto además han acudido familiares del humanista además de numerosas autoridades nacionales, autonómicas, provinciales y locales, además de diferentes intelectuales de todos los puntos de la geografía española.
Junto al Rey ha llegado el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, el presidente la de Generalitat, Carlos Mazón, el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, el subdelegado del Gobierno, Juan Antonio Nieves y toda la corporación municipal de El Campello, con Juanjo Berenguer, su alcalde a la cabeza.
Alcaldes de localidades vecinas como Rafael García de Mutxamel, Pachi Pascual de San Vicente del Raspeig o Santiago Román de Sant Joan además de los rectores de la UMH y la UA o el ex presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig.
El acto ha comenzado con un cuarteto de cuerda tocando algunas piezas de música clasica para después pasar la palabra al alcalde de El Campello que ha destacado que “el sueño se hace realidad” además de recordar todo lo que se ha trabajado desde todas las administraciones para que los restos de Rafael Altamira y su mujer, descansen en el Cementerio de El Campello. También ha explicado que este acto no es el final del camino, es el principio del “Año Altamira”, un proyecto que el Ayuntamiento pondrá en marcha para honrar a Rafael Altamira, «Este acto no debe ser solo de despedida, sino de compromiso con la educación, la justicia y la paz. Solo así podremos honrar la memoria de Altamira», ha sentenciado Berenguer.
También ha intervenido María Luz Altamira, nieta del humanista y ha destacado que “la patria que un día le condenó al exilio le abre los brazos” 74 años después de su muerte. Tras la nieta del humanista, ha intervenido Ignacio Ramos, que ha compartido la felicidad de este acto y ha mostrado su “orgullo” de que “todos los partidos e instituciones sin distinción hayan apoyado la repatriación de una persona que antepuso el interés de todos los españoles a su propia ideología”.
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Las interveciones han terminado con la de Toni Pérez, presidente de la Diputación de Alicante, que ha comentado que Altamira es “uno de los intelectuales españoles más relevantes, un alicantino universal que contribuyó extraordinaria e indiscutiblemente a ampliar y enriquecer el patrimonio jurídico, literario y político de España, pero también de Europa y América”.
“Reconocemos a este insigne alicantino como una de las figuras más notables que ha dado nuestra provincia a la narración de la historia universal”, ha asegurado Toni Pérez, al tiempo que ha apostillado que los trayectos vitales que abrió a una y otra orilla del océano “son imperecederos”.
Tras todas las intervenciones, el Rey junto a los familiares de Rafael Altamira y algunas autoridades han entrado al monumento que se ha erigido en memoria de Rafael Altamira y su mujer para enterrar los restos del humanista.
Además, el monarca se ha acercado al Ayuntamiento de El Campello ha firmar en el libro de honor del consistorio, además ha podido saludar a los vecinos allí congregados para verle.
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Rafael Altamira
Rafael Altamira nació en Alicante en 1866 y estuvo propuesto para el Premio Nobel de la Paz en 1933 y en 1951. En 1920 integró la Comisión de Juristas encargada por el Consejo de la Sociedad de Naciones para crear el Tribunal de La Haya del cual también formó parte hasta 1940.
Tras la guerra, Rafael Altamira se exilió a Holanda pero tras la invasión nazi se traslada a Francia y después a México. El literato, doctor honoris causa por ocho universidades de América y Europa fallece en México en 1951 y seis años más tarde lo hace su mujer.
Rafael Altamira por fin descansa donde el siempre quiso, como recogía la prensa de la época, “cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más gratos; a Campello”.