
El pasado domingo 23 de febrero, el Grup Muntanyenc de Sant Joan organizó una nueva salida a la montaña, en esta ocasión una travesía desde el Puerto de Tudons hasta la localidad de Benimantell. La ruta, preparada por el experimentado senderista Antonio Luceron, prometía un recorrido sencillo, con poco desnivel, atravesando la vertiente norte de la Sierra de Aitana y pasando por diversas fuentes.
La propuesta atrajo a un gran número de senderistas, con una participación de 40 integrantes, convirtiéndose en una de las salidas más numerosas del grupo.
El grupo partió desde San Vicente a las 7:30 horas, haciendo parada en Sant Joan antes de tomar rumbo hacia el Puerto de Tudons. Aunque la previsión meteorológica indicaba posibilidad de chubascos ocasionales, sin alertas significativas, la realidad fue distinta: al llegar al punto de inicio de la travesía, la lluvia ya se había instalado y acompañó a los senderistas durante toda la jornada.
Equipados con chubasqueros, impermeables y polainas, los participantes iniciaron la ruta en dirección a la Font de l’Arbre. Tras recorrer los primeros cuatro kilómetros bajo la persistente lluvia, hicieron una breve parada para reponer fuerzas, aunque sin muchas opciones de descanso debido a las inclemencias del tiempo.
El sendero, afectado por las lluvias del día anterior y la que caía en ese momento, pronto comenzó a llenarse de barro, dificultando la marcha. El recorrido continuó hasta la Font de Forata, pasando por los neveros del Clot del Pas, Clot del Ventisquer y Clot de Forata. Como era de esperar en un grupo tan numeroso, los participantes se fueron separando, pero lograron reagruparse en este punto tras haber recorrido ya 8 kilómetros.
A partir de aquí, el camino se volvió descendente, aunque la lluvia, el barro y los charcos siguieron desafiando a los senderistas. Tras reagruparse nuevamente en la Font de Partegat, el grupo decidió continuar hasta la Font del Molí, donde hicieron una parada para comer en el kilómetro 15 de la ruta. A pesar de que la lluvia había cesado, la humedad y el frío se hicieron notar, por lo que la pausa fue breve.
Con apenas dos kilómetros restantes hasta Benimantell, el tramo final se completó rápidamente, llegando al destino alrededor de las 15:30 horas. Los senderistas que habían previsto el mal tiempo y llevaron ropa seca aprovecharon para cambiarse antes de emprender el regreso en autobús.