El domingo 6 de abril, el Grup Muntanyenc de Sant Joan realizó una salida a la montaña, en esta ocasión a la vecina provincia de Murcia, concretamente a la población de Moratalla.
El grupo tuvo que madrugar, ya que el destino se encontraba a 190 km. Partieron de Sant Joan a las 6:30 de la mañana y, como de costumbre, recogieron a más participantes en San Vicente. En esta ocasión también se incorporaron dos compañeros en la estación de servicio de Crevillente.Con el autobús completo, se dirigieron hacia su destino. Tras varios intentos por encontrar un lugar donde desayunar, no pudieron hacerlo hasta llegar a Moratalla, ya que no encontraron ningún bar abierto en el camino.En Moratalla les esperaban las organizadoras de la marcha, María Ángeles y Silvia, quienes les ayudaron a encontrar un lugar donde desayunar. Con otro ánimo, continuaron en autobús hasta el Santuario Casa Cristo, punto de partida de la ruta. Eran ya cerca de las 9:30 cuando comenzaron la marcha.El recorrido empezó por una pista y continuó por una senda hasta llegar a la primera fuente, en el primer kilómetro, con un ascenso de unos 100 metros. El siguiente kilómetro y medio fue el tramo más exigente del recorrido, con un desnivel de 250 metros hasta alcanzar el Pico del Fraile (1372 m).Aunque se había hecho algo tarde para almorzar —cerca de las 11:30—, el grupo decidió detenerse en ese punto para reponer fuerzas. A partir de ahí, casi todo el trayecto fue en descenso. En algunos tramos, las piedras sueltas provocaron algunos resbalones y caídas, aunque sin consecuencias importantes.Durante todo el recorrido caminaron entre zonas boscosas de pino blanco, negral y carrasco, rodeados de una vegetación exuberante de esparto y plantas aromáticas como el romero y el espliego. El paisaje mostraba un colorido extraordinario gracias a las recientes lluvias caídas en la zona.En el descenso pasaron por la fuente de la Umbría, también con abundante agua. Continuaron por pista y senda, siempre rodeados de pinos y vegetación frondosa, hasta llegar al Azud de la Puerta. Este se encontraba parcialmente destruido por las lluvias recientes: el agua había sobrepasado el puente sobre el río Alhárabe, llevándose parte de la barandilla.La ruta finalizó en el camping La Puerta, alrededor de las tres de la tarde. En el restaurante del camping ya les esperaba la comida, organizada previamente por María Ángeles y Silvia, quienes habían reservado un menú especial para el grupo. No todos los participantes se quedaron a comer allí, ya que algunos optaron por hacerlo en la zona de picnic junto al río.Una vez satisfecho el apetito y tras brindar por las organizadoras, ya que todo había salido a la perfección, el grupo emprendió el regreso a casa.
