Las trabajadoras del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) en dependencia continúan esperando la equiparación salarial comprometida en julio de 2024. Tras más de dos años de desigualdad retributiva dentro de la empresa municipal PYCSA, aquellas empleadas adscritas a un convenio diferente perciben hasta 4.300 euros anuales menos pese a realizar las mismas funciones que sus compañeras.
Quieren agradecer el apoyo recibido por parte de PYCSA, que consideran ha hecho todo lo posible para que esta equiparación salarial se materialice. Aun así, la decisión final depende del Ayuntamiento. Esta situación ha sido planteada en numerosas ocasiones en los plenos municipales, donde la oposición ha instado al equipo de gobierno a agilizar los trámites. La única respuesta recibida por parte del concejal de Servicios Sociales ha sido un escueto “estamos trabajando en ello”, sin que se haya concretado ninguna solución definitiva.
Además, denuncian que el alcalde, tras el pleno del mes de marzo, concertó una reunión con las trabajadoras del servicio que canceló el mismo día, sin ofrecer explicación alguna. Este gesto ha generado desconcierto entre las profesionales, que no entienden esta actitud por parte del equipo de gobierno. Consideran que este tipo de decisiones solo aumentan la sensación de abandono que vive el colectivo.
«Agradecemos que se esté trabajando en ello y confiamos en que tarde o temprano será una realidad, pero cada mes que pasa sin que se aplique la equiparación es un mes más de injusticia para nosotras. Nuestro trabajo es esencial y debería reconocerse como tal», lamenta una de las trabajadoras afectadas.
El Servicio de Atención Domiciliaria en dependencia es una pieza clave en el sistema de cuidados, garantizando la autonomía y el bienestar de personas mayores y dependientes en sus propios hogares. Las profesionales del sector desempeñan funciones imprescindibles, como el apoyo en las actividades básicas de la vida diaria, la administración de medicación, la movilización de usuarios con movilidad reducida y la atención emocional a personas en situación de vulnerabilidad.
Pese a la importancia de su labor, las trabajadoras del SAD Dependencia sienten que su trabajo sigue sin ser reconocido como merece. «Nos dejamos la piel cada día cuidando a nuestros mayores y, sin embargo, seguimos esperando que se nos pague lo que nos corresponde. Es desesperante», denuncia otra trabajadora del servicio.
«PYCSA ha hecho su parte y nos ha apoyado en todo momento. Ahora solo falta que el Ayuntamiento desbloquee la situación. Nosotras tenemos familias que mantener y esta desigualdad salarial nos está pasando factura», explica otra de las afectadas.
Por todo ello, hacen un llamamiento a la administración local para que acelere los trámites y haga efectiva la equiparación salarial sin más demoras. Con un acuerdo político ya alcanzado y el respaldo técnico de la empresa municipal, consideran que no hay excusa posible para seguir prolongando esta injusticia.
«Solo pedimos lo que es justo: cobrar lo mismo que nuestras compañeras por el mismo trabajo. No podemos esperar más», concluyen.
