Texto de Pascual Andrés Tevar

El sábado 22-03-2025 a las cinco de la mañana aproximadamente tomo la decisión de solicitar un taxis para con la compañera de mi vida Carmen, dirigirnos a Urgencias del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante, que era la culminación desde el 19-03-2025, de que un cansancio extremo invadía mi cuerpo, y lo que es más importante estaba comenzando a invadir mi mente, y eso, me impulsa, con la poca fuerza que tenía a reaccionar.

Cuando te encuentras en una situación como esta, que a pesar de que había pasado por otra en el pasado mes de octubre de 2024, esta era nueva, porque el bestial ataque a mi integridad física era tal, que no tenía más opciones, que agarrarme a los argumentos mentales, a la fe en la lucha, y a mirar a mi compañera Carmen, y saber que había un rayo que iluminaba la lucha por la superación.

Como es natural, comenzaron a hacerme pruebas y controles, en el box de urgencias, creo que en la tercera planta, y con las vías puestas en el brazo, a sacar sangre, y por mi parte a orinar, y el amanecer no venía. Después de varias horas, cuando pasaban más de la siete, el Doctor me dice, que envían a casa, que ha detectado, que una pastilla que me tomo para el colesterol, causa un impacto tal, que me deja sin fuerzas, y que por lo tanto deje de tomarla desde este momento, y me ponga en manos de la Dra. Del Centro de Salud de San Vicente del Raspeig. Y siento fe, en que es el principio de la recuperación, y, que voy a volver a casa, sin un diagnóstico claro, que me quite la pastilla para el colesterol, y que poco a poco volveré a ser el mismo, eso sí, con un mar de dudas, y con la paciencia sometida a una dura prueba.

A lo largo del sábado 22-03-2025 , no salgo de casa, pensando, que la recuperación del inmenso cansancio, ira remitiendo poco a poco, pero por otra parte siento, que mi cuerpo, no da ni un pequeño signo de que el cansancio vaya remitiendo. Y no solo eso, que no tengo apenas ganas de comer, ni de sonreír siquiera. Pero a trancas y barrancas voy resistiendo, pensando, que lo que me dijo el Doctor de Urgencias, vendría con un poco de paciencia.

Como pasaban las horas, y mi cuerpo y mis sensaciones, ante el cansancio extremo no remitían, ni daban el menor signo positivo, decidí el lunes 24-03-2025, alrededor de las 8 de la mañana, llamar a un taxis, y con la compañía infinita de la compañera de mi vida Carmen, nos dirigimos, de nuevo, a Urgencias del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante. Y claro, les informamos del motivo, y cuando vieron el informe del día anterior, me subieron al box, y metido en la cama, comenzaron a realizar toda clase de pruebas, y preguntas, y las interrogantes, se sucedía en mi mente. Y miraba a Carmen, y encontraba sosiego mental, pero el cansancio, apenas me dejaba casi pensar.

Después de un montón de horas, y de pruebas, y de vías, y de goteros, en el box de urgencias, sobre las 19 horas de ese día 24-03-2025, el sanitario que me atiende, me dice, que me van a ingresar en la planta octava de enfermedades infecciosas. Y entonces, empiezo a tener claro, que el asunto es serio. Miro a los ojos a Carmen, respiro hondo, y hecho mano de la mente, para buscar un poco de sosiego, y de coraje, porque creo que tengo valores a los que aferrarme. Y de empezar a luchar con la mente porque el cuerpo bastante tiene con aguantarse. Y vuelvo a mirar a los ojos a Carmen, y me invade una sensación de calma, para la lucha desconocida a la que me enfrento. Y ahora tengo claro, que va a comenzar otra etapa de mi vida en este hospital.

Al atardecer camino de la noche del día 24-3-2025 me suben, por fin, a la octava planta, titulada de “Enfermedades infecciosas”. Y el buen Personal Sanitario, me instala con esmero y cuidado, en la habitación, en la cama 807-1. Y continúan las pruebas programadas, y los goteros, dado que la medicación va en vena directamente. Po fin me sirven algo para cenar, que es la primera comida con nombre en este largo día. La Enfermera o Personal Sanitario, me informa que el Doctor Responsable de mi ingreso, pasará por mi habitación en la mañana del martes 25-03-2025. Así toca esperar para conocer su diagnóstico, y todo lo demás concerniente a mi ingreso. Por otra parte le digo a Carmen, mirándola a los ojos, con sentimiento de frustración y ansiedad, pero convencido, que se marche a casa a descansar. Y que ya nos seguiremos viendo, y estaremos en contacto, con el pensamiento, y otros sentimientos que no caben palabras, pero de alguna forma me aferro a ellos, como el barco que lucha para sobrevivir a la tormenta, y llegar a buen puerto.

Como tengo tiempo para hablar conmigo mismo, pienso, que en mis 74 camino de los 75 años, es la primera vez que me ingresan en planta de un hospital , y al mismo tiempo, que no tengo claro, lo principal, el diagnóstico, y por supuesto cuando voy a volver a casa. Y como no quiero que la depresión me empuje, quiero pensar, que el Doctor, en su visita de mañana, me va a dar buenas noticias, para ir conociendo el camino y el tiempo para salir del hospital. Y a eso, me agarro, como un salvavidas, sin más complicaciones, que bastante tengo rondando mi cabeza y sus reflexiones atolondradas y misteriosas.

Cuando el día 25-03-2025, me visita en la habitación el Doctor Pinargote, responsable de mi ingreso hospitalario, casi, desde su primeras palabras, percibo, que me va a transmitir serenidad, y fe en el futuro, Y cuando me dice, que después de muchas pruebas el diagnóstico es “neumonía atípica”, y me lo explica, que no tiene un origen claro, pero que la he cogido de la convivencia en la comunidad. Y que la están tratando con tanta intensidad, que, si las pruebas que quedan por hacer, en los próximos días lo confirman, no tardaré mucho en volver a casa, con un tratamiento. Lo cual, me deja, un poco más sereno, y salvando las ansiedades, que me atacan a todas horas. Es como saber, que el túnel tenebroso en el que estoy metido, tiene salida, pero que tengo que tener coraje, y paciencia, y poner de mi parte, para encontrar la salida, que existe, pero que no puedo, de momento, verla. Y lo que es más importante cual es el camino, hacia la salida, y la vuelta a casa. En definitiva, el Doctor Pinargote, me inspira confianza y serenidad, con sus palabras y con la forma de transmitirlas.

Como en la duración de mi estancia hospital se iba a prolongar unos días, y casualmente el día 27-03-2025 tenia una citación en Juzgado, con motivo de la solicitud de Curatela para mi hija Rebeca, para concedérsela a su hermano David, después de las gestiones necesarias, nos conectamos, a través de la aplicación del móvil de mi hijo David, para declarar, en la habitación del hospital, con lo cual, cumplimos un reto importante, ya que llevábamos varios meses, y ya se había aplazado en 01-2025 por enfermedad del Juez. Por lo que, sentimos un buen alivio, de poder haber cumplido este trámite judicial, como un buen objetivo personal y familiar

A lo largo de mi estancia en el hospital, como había comunicado la situación por el WhatsApp a los amigos y amigas, y al grupo de la Peña Madridista San Vicente del Raspeig, que,no me han dejado de apoyar, en ningún momento. Y he recibido la visita de Carmen, que siempre me levantaba la moral y la fe en la lucha. Y otras visitas, como la de mi hermana Tere, la de mi hijo David, la de mi hija Rebeca, que me hacían sentirme fuerte, para luchar , y buscar la salida , hacia la vida normal, y sus hermosas rutinas, y sus constantes desafíos.

Cuando el jueves 27-03-2025, me hacen las últimas extracciones y pruebas, es porque por las palabras del Doctor Pinargote, presentía que el alta médica del hospital con el informe correspondiente estaban cerca. Y al mismo tiempo soy consciente, del complejo diagnóstico, y su largo proceso de recuperación, porque tenía que pasar de un agotamiento extremo, a recuperar la capacidad pulmonar poco a poco, sin prisas, pero sin pausa, y haciendo caso, a las normas del tratamiento, y poniendo coraje, y lucha, y sacrificio, y superación, por mí parte. Y teniendo claro, que después del hospital, tenía que ponerme en manos de la Doctora del Centro de Salud de San Vicente del Raspeig, para seguir el tratamiento, incluyendo la pastilla diaria para el colesterol, y control riguroso, de forma inmediata con cita previa, que ya me viene haciendo cada seis meses o menos cuando es necesario. Al fin y al cabo, ya lo tengo asumido, como parte de mi vida y resistencia después de la jubilación y el nuevo mundo, y la nueva vida.

Quiero, agradecer, a todo el PERSONAL SANITARIO, el buen, y paciente, y atento, tratamiento humano, y médico, recibido en todo este proceso, que aunque han sido unos días, se me ha hecho muy largo, porque medía cada minuto, cada segundo de mi estancia. GRACIAS DE CORAZON A TODOS Y A TODAS.

A lo largo de esta estancia hospitalario, he pensado y sentido en mi corazón, a esa muchacha, llamada Carmen, de Daimiel, que conocía en los año 70, y que, me ha acompañado desde entonces, como novios, como compañera de mi vida en el matrimonio, como madre de nuestros hijos, y como luchadora incansable, que con solo su mirada, me hace sentirme un hombre feliz, conmigo mismo, y con el mundo. Por lo cual, tenía claro, que este ingreso hospitalario, iba a alimentar el sentimiento, y la calma serena, que no se puede describir con palabras, y que me da el impulso y la pasión para seguir a su lado cada amanecer.

Así que, ahora desde mi habitación-despacho, donde escribo este artículo, me siento reconfortado, de haber vivido, y luchado, y seguir luchando, por superar este reto, de la neumonía atípica y sus secuelas, pero me siento a salvo, con el empuje de ánimo de los amigos, y amigas, y de la familia. Y sobre todo el de Carmen, que solo saber que está a mi lado, siempre, aunque sea con una mirada infinita, que me traslada hasta más allá de las estrellas, y me hace sentirme invadido por empuje y la pasión de nuestra increíble luz mediterránea.