El portavoz adjunto del grupo socialista, Bruno Radermecker, ha recalcado la “falta de previsión” del concejal del PP de Recursos Humanos, Óscar Lillo, a la hora de planificar y aprobar el pago de la productividad de los empleados públicos desde su llegada al área. El edil del PSOE ha recriminado al ‘popular’ que su política está “al borde de la legalidad”, pues cuenta con “constantes” reparos de la Intervención Municipal. Además, recuerda que Lillo arremetía duramente contra el anterior equipo de gobierno por llevar a cabo alguna vez esta forma de pagar la productividad, a quienes acusaba de “nefasta gestión”. “La plantilla municipal está cada vez más mermada”.

“Por respeto a los trabajadores y a su derecho a cobrar, no votamos en contra. Por responsabilidad con las arcas públicas y por respeto a la legalidad vigente, no votaremos a favor. Que quede claro: nuestro grupo valora y respeta profundamente el sobreesfuerzo de la plantilla municipal. Los trabajadores públicos han vuelto a dar un paso al frente para cubrir las carencias de planificación de este gobierno, y merecen, sin ninguna duda, cobrar por el trabajo realizado. Por ese motivo, y por respeto a ellos, nos hemos abstenido”, explica el concejal del PSOE.
Radermecker ha defendido en su intervención que está forma de aprobar el pago de la productividad es “un clásico de esta legislatura”, a través de una modificación de crédito para aumentar las partidas de productividad y gratificaciones porque “una vez más, el presupuesto se ha agotado”. “Esto no es una excepción, es un síntoma. Es el síntoma de un modelo de gestión agotado, basado en la improvisación por falta de planificación”, ha sostenido.
En la misma línea, ha afeado que la tónica del Partido Popular, y de la derecha en general, una vez en el gobierno, es aplicar una política de agotar los fondos para productividad y gratificaciones, hasta generar una deuda en las arcas municipales que “luego soluciona la izquierda”, tal y como ocurrió en 2015 con la entrada del primer gobierno en coalición progresista.
En esa ocasión, se tuvo que aprobar una modificación de crédito de 100.000 euros para hacer frente a los pagos pendientes del último gobierno del PP, del que formaban parte el actual alcalde, Pachi Pascual, y la portavoz ‘popular’ Mercedes Torregrosa. “Vamos por el mismo camino: agotar constantemente las cantidades destinadas a gratificaciones y productividad por una falta de planificación y no saber ajustar los actos a la plantilla de la que disponen, y si algo queda pendiente, ya será el pleno quien lo solucione. Eso no es una política efectiva ni responsable”, remarca Bruno Radermecker.
Por ello, recalca que esta situación se acabará cuando la izquierda regrese a gestionar el Ayuntamiento. “Tenemos muy en cuenta cuál es la situación de la plantilla y el esfuerzo constante que está realizando. Porque con dinero no se cubre la falta de conciliación familiar ni la falta de descanso. La política que está aplicando este equipo de gobierno pone en riesgo la salud de los trabajadores, cada vez más mermados por la cantidad de servicios extraordinarios”, zanja el edil socialista.