
¿Qué es la encefalomielitis miálgica?
La encefalomielitis miálgica, conocida también como síndrome de fatiga crónica (ME/CFS), es una dolencia intrincada y persistente que asedia diversos sistemas del organismo, con un agotamiento abrumador como su estandarte principal, acompañado de dolores punzantes y dificultades cognitivas que nublan la mente.
Este trastorno, de carácter severo y prolongado, se manifiesta mediante una fatiga extrema que se extiende por al menos seis meses, se exacerba con el esfuerzo físico o mental y permanece inmutable ante el reposo.
Su impacto es tan devastador que, en muchos casos, limita las actividades cotidianas, condenando a algunos de sus afectados a la reclusión en el lecho.
Entre sus síntomas más característicos se encuentran un cansancio profundo que no cede con el descanso, un malestar severo tras cualquier esfuerzo físico o mental, alteraciones en el sueño que despojan del descanso reparador, dificultades en la memoria o el pensamiento claro, y una intolerancia ortostática que dificulta permanecer erguido.
Estos padecimientos, de intensidad variable, tejen un cuadro clínico que fluctúa y desafía a quienes lo sufren.
Las causas de esta enigmática afección permanecen veladas, aunque se especula que podrían confluir múltiples factores, como infecciones, alteraciones inmunológicas, estrés desmedido o predisposiciones genéticas.
La ausencia de una prueba diagnóstica específica complica su identificación, que se fundamenta en la exclusión de otras patologías mediante un exhaustivo historial clínico y exámenes médicos.
En julio de 2025, el gobierno del Reino Unido desveló un plan definitivo para abordar la ME/CFS, centrado en impulsar la investigación, promover la educación y mejorar la calidad de vida de los afectados.
Este proyecto destina recursos a tratamientos innovadores, incluyendo el uso de fármacos reciclados, y busca elevar la conciencia pública sobre esta dolencia.
Paralelamente, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH) está elaborando una hoja de ruta para la investigación de la ME/CFS, solicitando en 2025 aportes para priorizar áreas como el sistema nervioso y el inmunológico.
Estudios recientes han arrojado luz sobre un vínculo inquietante: la infección por COVID-19 parece incrementar significativamente el riesgo de desarrollar ME/CFS, reforzando la hipótesis de que infecciones virales podrían desencadenar esta condición.
Además, los costos sociales y económicos del Long COVID y la ME/CFS han sido subestimados, según informes que claman por mayores inversiones en investigación y en la atención a estas enfermedades crónicas, cuya carga silenciosa pesa sobre quienes las padecen y sobre la sociedad en su conjunto.
Harmonie Botella
Escritora.
Presidenta de la asociación nacional FIBRO PRPOTESTA YA
