El Pleno del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig mostró ayer su peor cara al rechazar la moción presentada por el grupo municipal de Esquerra Unida-Podem en apoyo a la liberación del pueblo palestino y contra el genocidio en curso en Gaza.

La moción, que incluía acuerdos tan básicos como condenar de forma firme y rotunda el genocidio perpetrado por el Estado de Israel contra la población palestina, así como expresar la solidaridad institucional de este Ayuntamiento con el pueblo palestino y su legítima lucha por la autodeterminación, la soberanía y el fin de la ocupación y el apartheid, fue tumbada por el voto en contra del Partido Popular y Vox, una decisión política que supone un acto de complicidad y blanqueamiento de la barbarie.
Mientras la comunidad internacional, organismos de derechos humanos y gran parte de la sociedad civil denuncian de manera inequívoca los crímenes cometidos por el gobierno israelí, en San Vicente del Raspeig, las derechas han optado por el silencio cómplice y la indiferencia ante el sufrimiento de un pueblo masacrado. La negativa de PP y Vox a condenar un genocidio ampliamente documentado y reconocido por organismos como Naciones Unidas y diversas ONG de derechos humanos, refleja su absoluta falta de humanidad y su alineamiento con políticas coloniales, racistas y contrarias a los derechos humanos más básicos.
Los argumentos utilizados por PP y Vox para justificar su voto negativo fueron, una vez más, vacíos de contenido y carentes de cualquier sensibilidad hacia el dolor humano, evidenciando no solo una falta absoluta de solidaridad internacional, sino también una alarmante ignorancia y desconocimiento sobre el conflicto palestino y las graves violaciones de derechos humanos que está sufriendo ese pueblo.
No sorprende que partidos que se llenan la boca con discursos moralistas y supuestos valores cristianos, vuelvan a ponerse de perfil cuando se trata de defender la vida y los derechos de un pueblo oprimido, como es el pueblo palestino. Palabras hipócritas y carentes de empatía hacia el sufrimiento de miles de personas asesinadas, desplazadas y privadas de lo más básico para sobrevivir.
Desde Esquerra Unida-Podem se ha defendido que el Ayuntamiento no puede permanecer neutral ante una masacre sistemática que ya ha costado la vida a decenas de miles de civiles palestinos, entre ellos miles de niños y niñas. La moción era una declaración de principios, de justicia y de derechos humanos, pero la derecha municipal ha preferido situarse en el lado oscuro de la historia.
Frente a esta vergonzosa decisión, desde el espacio político y social de la izquierda local seguiremos denunciando el genocidio, exigiendo el fin del apartheid israelí y reclamando que San Vicente del Raspeig se sume al clamor internacional en solidaridad con Palestina. Nos vemos el próximo jueves, 3 de julio, a las 19 horas en la Plaza de España, para manifestar nuestro rechazo a esta masacre.