
El pasado sábado 28 de junio, el Colegio Cristo de la Paz de Sant Joan d’Alacant fue escenario de un entrañable reencuentro entre antiguos alumnos que celebraron, con emoción y nostalgia, el 50 aniversario de su paso por las aulas del histórico centro educativo. El evento, que reunió a distintas generaciones, estuvo marcado por los recuerdos, las anécdotas y la memoria compartida de quienes formaron parte de una etapa fundamental de sus vidas.
Desde Som Sant Joan tuvimos el privilegio de asistir a este encuentro tan especial, tal y como ya hicimos hace 20 años, en aquel primer reencuentro con motivo del 25 aniversario. Hoy, dos décadas después, volvimos a ser testigos del mismo espíritu: ese que nace de la amistad, del agradecimiento y de la memoria.
El ambiente estaba cargado de emoción. Antiguos compañeros recorrieron pasillos y aulas que parecían no haber cambiado, aunque el tiempo sí haya pasado. “Volver al colegio ha sido como viajar a nuestra infancia, recordar lo que fuimos y comprender mejor lo que somos hoy”, comentaba una de las asistentes visiblemente emocionada.
Durante el acto se leyó un emotivo discurso que resumió con ternura y humor la experiencia compartida por quienes inauguraron el colegio hace ya medio siglo. La oradora recordó con detalle a los compañeros y profesores que ya no están, y rindió homenaje a todos aquellos que, con su esfuerzo y vocación, marcaron para siempre el carácter de una generación.
El texto, que combinó recuerdos personales con reflexiones sobre la educación y el paso del tiempo, evocó escenas comunes a muchos de los presentes: las filas matutinas, los babis de cuadritos, los ejercicios espirituales, los cuadernos, las escaleras eternas, la biblioteca multiusos y hasta los míticos macarrones blandos del comedor. No faltaron menciones especiales a profesores inolvidables como D. Guillermo, D. Antonio o Dña. Rosario Illán, quienes, con sus métodos únicos y su dedicación, dejaron una huella imborrable en la memoria colectiva.


Uno de los momentos más conmovedores fue el recuerdo a los compañeros fallecidos, “las estrellas que nos faltan”, como los definió la ponente, con palabras que arrancaron más de una lágrima entre los asistentes.
La jornada concluyó con una comida de hermandad y el compromiso, casi unánime, de repetir la experiencia. “25 años más lo veo difícil, pero 5… ¿por qué no?”, se propuso desde el micrófono, entre risas y aplausos.
Este reencuentro no solo sirvió para recordar el pasado, sino para reforzar los lazos que aún perduran, reafirmando que el espíritu del Colegio Cristo de la Paz sigue vivo en cada uno de sus antiguos alumnos. Y desde Som Sant Joan, nos sentimos profundamente agradecidos por haber podido vivirlo, una vez más, junto a ellos.